Hacienda recauda solo el 40% de lo esperado por el impuesto a las grandes fortunas y el 90% de los ingresos proceden de Madrid
La Agencia Tributaria ha recaudado solo 623 millones de euros del Impuesto de Solidaridad de las Grandes Fortunas, apenas un 40% de los 1.500 millones que esperaba obtener cuando presentó este tributo en septiembre del año pasado. El gravamen se creó y diseñó como un calco al impuesto sobre el Patrimonio, pero con la idea de que, en la práctica, solo se aplicase en las comunidades que bonifican este tributo. Ello explica que el 89% de la recaudación que se ha obtenido procede de los contribuyentes madrileños, la comunidad que más grandes fortunas concentra y la única —junto a Andalucía— que bonificaba al 100% el impuesto sobre el Patrimonio en 2022. Una bonificación total que hace que este tributo no se pague en estas dos autonomías.
Finalmente, han sido 12.010 los contribuyentes que han abonado este impuesto, con una cuota media de 52.000 euros, señala el Ministerio de Hacienda. Cifras muy alejadas de los objetivos que se planteaba el Fisco, que situaba en 23.000 los declarantes potenciales. De ellos, 10.302 contribuyentes vivían en la Comunidad de Madrid, de donde se han recaudado 555 millones de euros. Después aparece Andalucía, con unos ingresos obtenidos de apenas 29,7 millones de euros a través de 865 declarantes, y Galicia —que bonifica al 50% el impuesto al patrimonio— con 9,8 millones de recaudación, aportados por 91 contribuyentes.
Además, se han obtenido otros 26,2 millones, principalmente de declarantes que residen en el extranjero. En el resto del territorio la colecta del impuesto ha sido residual. En Cataluña tan solo se han recaudado 2 millones de euros, mientras que en Cantabria, Asturias y Comunidad Valenciana los ingresos obtenidos siquiera llegan al millón. De hecho, hasta en ocho autonomías no se ha recaudado ni un solo euro. Se trata de Aragón, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Murcia y La Rioja.
Desde el Gobierno defienden que el tributo «cumple el objetivo marcado por el Gobierno de avanzar en una política fiscal más progresiva» y señalan que la recaudación conjunta junto al impuesto al patrimonio se eleva hasta los 1.868 millones en 2023. Cifras que consideran «consecuentes» con las previsiones del Ejecutivo, que hablaban de unos ingresos de 1.500 millones «bajo el supuesto de que todas las comunidades autónomas aplicaran una bonificación del 100% en el Impuesto sobre el Patrimonio». No obstante, conviene recordar que en el Plan Presupuestario que el Gobierno remitió a Bruselas en octubre del año pasado, el impacto diferencial esperado era de 1.500 millones.
Pinchazo recaudatorio
Lo cierto es que la recaudación del impuesto de Solidaridad a las Grandes Fortunas ha quedado muy descafeinada por un error en su diseño que el Gobierno no logró subsanar a tiempo por la velocidad con la que se sacó adelante el tributo. Se trata de una cuestión técnica que, en la práctica, ha facilitado que los contribuyentes hayan pagado al final hasta un 80% menos de lo que les hubiera correspondido.
El quid de la cuestión está en el llamado «escudo fiscal», una regulación que impide que las cuotas conjuntas de IRPF, patrimonio y solidaridad de grandes fortunas, superen el 60% de la base imponible del impuesto sobre la renta. Es decir, que los contribuyentes no paguen por estos impuestos más del 60% de las rentas que obtienen.
La ley por la que se estableció el nuevo impuesto señala que cuando la cuota íntegra de estos tres tributos superase el 60%, los declarantes podrían reducirse hasta un 80% la cuota a pagar por grandes fortunas. Al hablar de «cuota íntegra» y no de «cuota minorada» miles de contribuyentes madrileños han podido acogerse al escudo fiscal, pese a que no han pagado ni un euro por el impuesto al patrimonio. La razón es que la cuota íntegra refleja el pago que correspondería a los contribuyentes si el impuesto no estuviera bonificado al 100%, mientras que la cuota minorada sí tiene en cuenta esa bonificación.
Hacienda intentó corregir este error por la puerta de atrás en la orden ministerial que aprobaba el modelo para el cobro del impuesto, pero el Consejo de Estado emitió un duro dictamen reprendiendo al departamento de María Jesús Montero. En el texto, adelantado por Vozpópuli, se acusaba a Hacienda de «contravenir, de modo palmario y por un cauce totalmente improcedente» la ley. Finalmente, la redacción original de la ley se mantuvo, lo que llevó a organismo como la Airef a advertir de que la recaudación final que se obtendría sería mucho más baja que los 1.500 millones que vaticinaba el Ejecutivo.
Recurrido en el Constitucional
El impuesto de Solidaridad a las Grandes Fortunas se encuentra actualmente recurrido ante el Tribunal Constitucional (TC) por los gobiernos autonómicos de Madrid, Andalucía y Murcia. El TC está estudiando la cuestión, aunque ya rechazó suspender cautelarmente el despliegue del tributo. El último movimiento judicial que afecta a esta figura ha venido protagonizado este mismo miércoles por la Comunidad de Madrid, que ha recurrido también el modelo de liquidación del impuesto. En caso de que el TC decida anular el tributo, Hacienda deberá devolver lo recaudado a los contribuyentes, pero este proceso podría demorarse años hasta que el máximo intérprete de la Constitución resuelva la cuestión.