Gastos adicionales al comprar un coche de segunda mano

Adquirir un coche de segunda mano es una alternativa cada vez más popular entre los conductores que buscan ahorrar sin renunciar a la movilidad. Sin embargo, más allá del precio anunciado, hay una serie de costes adicionales que muchas veces no se tienen en cuenta y que pueden hacer que la operación resulte más cara de lo previsto.
Si estás considerando la compra de un vehículo de ocasión —por ejemplo, un Renault de segunda mano— conviene conocer todos los gastos asociados para tomar una decisión informada.

El precio final no siempre es el que aparece en el anuncio
El coste de un coche usado no se limita a lo que se paga al vendedor. A continuación, desglosamos los principales conceptos que conviene tener presentes antes de cerrar la operación:
1. Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP)
Cuando se compra un coche a un particular, el comprador debe abonar este impuesto a Hacienda. El porcentaje varía entre comunidades autónomas, y suele situarse entre el 4% y el 8% del valor del vehículo según las tablas fiscales.
Este impuesto no se aplica si el coche se adquiere en un concesionario o empresa profesional, ya que en ese caso el IVA ya va incluido en el precio final.
2. Cambio de titularidad
El trámite para poner el coche a nombre del nuevo propietario tiene un coste fijo, que en el caso de turismos es de aproximadamente 55 euros. Puede hacerse de forma presencial en la DGT o delegarse en una gestoría especializada.
3. ITV vigente
Es esencial comprobar que el coche tiene la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en vigor. Si está caducada o próxima a vencerse, el nuevo dueño tendrá que asumir el coste y, en algunos casos, reparaciones para superar la revisión.
4. Seguro obligatorio
Para circular, cualquier vehículo debe estar asegurado. El coste dependerá de diversos factores: edad del conductor, historial de siniestralidad, tipo de cobertura y características del coche. Es un gasto anual que conviene presupuestar desde el principio.
5. Gastos de gestoría
Si se prefiere no lidiar con los trámites administrativos, muchas personas optan por contratar una gestoría, especialmente cuando se trata de compras entre particulares. El coste oscila entre 100 y 200 euros, según el tipo de servicio ofrecido.
6. Mantenimientos iniciales
Aunque el coche esté en funcionamiento, es habitual que tras la compra sea necesario realizar una puesta a punto. Entre los gastos más comunes se encuentran:
- Cambio de aceite y filtros
- Sustitución de neumáticos
- Revisión o reemplazo de batería
- Frenos o correas si muestran signos de desgaste
Estos mantenimientos preventivos pueden suponer varios cientos de euros, y deben contemplarse dentro del presupuesto global.

¿Cómo evitar imprevistos? Comprar en un concesionario especializado
Una de las formas más seguras de adquirir un coche usado es a través de profesionales del sector. OcasionPlus, una de las principales redes de concesionarios de vehículos de ocasión en España, ofrece un enfoque orientado a la tranquilidad del comprador:
- Todos los vehículos cuentan con revisión mecánica y mantenimiento al día
- ITV vigente garantizada
- Tramitación completa incluida en el precio
- Asesoramiento personalizado y financiación a medida
- Sin gastos ocultos ni costes sorpresa
Desde OcasionPlus señalan que “la transparencia es clave en una operación de este tipo. Nuestro objetivo es que el cliente se lleve el coche con todo resuelto, sin trámites pendientes ni costes inesperados”.

En resumen
Comprar un coche de segunda mano sigue siendo una opción muy recomendable, siempre que se realice con conocimiento de causa. Informarse bien sobre los costes adicionales y optar por profesionales serios puede marcar la diferencia entre una buena compra y una experiencia frustrante.