Francia elimina el Impuesto sobre el Patrimonio: estos son los países europeos que lo mantienen, España entre ellos
El Impuesto sobre el Patrimonio ha sido uno de los tributos que más debate y controversia ha generado en los últimos años. La Agencia Tributaria publicó en su informe anual que los declarantes de este impuesto son, generalmente, las personas físicas que acumulan un patrimonio que supera los 700.000 euros, sin tener en cuenta los primeros 300.000 euros de la vivienda habitual que no tributan. Asimismo, cuando no se dé la circunstancia anterior, y el conjunto de bienes del declarante supere los dos millones, también se debe gravar.
En este sentido, este impuesto se encarga de gravar el patrimonio neto de las personas físicas, esto es, «el conjunto de bienes y derechos de contenido económico de los que es titular, con deducción de las cargas y gravámenes que disminuyan su valor, así como de las deudas y obligaciones personales de las que su titular deba responder», explican en la Agencia Tributaria.
¿Cuáles son los países que sí gravan estos bienes?
Francia fue el último país del entorno europeo en prescindir de este tributo para sustituirlo por otro concreto que gravase el valor de los inmuebles. Entonces, ¿es España el único país europeo en mantener este tributo?
España, Noruega y Suiza son los únicos tres países del entorno que continúan con este gravamen, aunque apenas representa una fuente de recaudación, tal y como ha destacado en alguna ocasión la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
No obstante, se trata de un impuesto cedido a las autonomías y en algunas, como ocurre con la Comunidad de Madrid, está bonificado al 100%. Y esta es una de las razones del debate. En España apenas recaude un 0,5% de los ingresos totales, como añade la OCDE.
En el caso de Noruega, explica el portal Idealista, se aplica un impuesto sobre el patrimonio neto del 0,85% a las existencias patrimoniales de las personas que superen los 1,5 millones de coronas noruegas, esto es, 152.000 euros. Por su parte, Suiza es otro país que también grava un tributo similar sobre el patrimonio por cantones.