Estos son los diez destinos rurales españoles para viajar en Semana Santa
La riqueza de los parajes naturales españoles es casi infinita. Todas las comunidades autónomas nacionales tienen muchas opciones para hacer un pequeño viaje relajante a un lugar donde respirar aire puro y descansar.
Esta Semana Santa se presenta como el momento perfecto para visitarlos si prefieres desconectar del ritmo frenético de la ciudad junto a familia y amigos y evadir el coronavirus. Te ofrecemos diez destinos idílicos repartidos en diferentes puntos del país.
Laguna Negra y Circos Glaciares de Urbión (Castilla y León)
Castilla y León es una región de belleza inconmensurable. Esta fascinante laguna forma uno de los parajes más bellos de la provincia soriana.
Zona idónea para disfrutar de la rica gastronomía de Castilla y León, a la Laguna Negra se accede por el Valle del Revinuesa, donde podremos atisbar enormes pinos silvestres de gran porte y altura. Dependiendo de la hora de la visita, disfrutarás de un espléndido y luminoso paisaje o de un entorno lúgubre, oscuro y misterioso.
Parc Natural de Ses Salines d’Eivissa i Formentera (Baleares)
Situado entre las dos islas Pitiusas, en este parque natural hay diversas reservas marinas y terrestres. Ses Salines d’Eivissa i Formentera es un claro ejemplo de riqueza de la biodiversidad mediterránea en el archipiélago balear.
Como espacio natural, contiene un conjunto de hábitats terrestres y marinos, además de valores históricos, culturales y paisajísticos idóneos para pasar una semana de desconexión con la familia y seres queridos. El paseo desde los estanques hasta las torres de defensa será un trayecto que recordarás toda la vida.
Cueva de Valporquero (León)
En el centro de la montaña leonesa se encuentra la cueva más joven de Castilla y León –solo tiene un millón de años–, que se originó cuando las frías aguas del arroyo Valporquero se filtraban entre la piedra caliza, generando así este espectacular lugar.
En las siete salas que conforman el interior de la cueva se pueden contemplar columnas, estalactitas, estalagmitas y coladas, siendo un destino idóneo para visitar en familia, para que los más pequeños se sorprendan y disfruten de la naturaleza.
Parque Nacional de Doñana (Andalucía)
Entre las provincias andaluzas de Sevilla y Huelva, este gigantesco parque fue declarado Patrimonio Mundial por su gran humedal mediterráneo, donde conviven múltiples ecosistemas que alberga gran variedad de fauna y flora.
La marisma es el espacio más destacable para su visita, donde se pueden apreciar especies únicas en peligro de extinción. La confluencia de playas, dunas, cotos y marisma en Doñana hacen de este parque un lugar único en Andalucía, España y Europa.
La Garganta de los Infiernos (Cáceres)
Esta increíble reserva natural, donde se pueden visitar saltos de agua, marmitas gigantes y cascadas, está situada en un lugar privilegiado de Extremadura: el Valle del Jerte.
Este paraje tiene un encanto especial porque, dependiendo de la época del año, podrás ver paisajes completamente diferentes. Ahora en primavera tiene lugar la floración de los cerezos, un momento único e inédito en toda España; mientras que en otoño podrás encontrar vistas preciosas que combinan colores ocres y verdes.
Taramundi (Asturias)
Asturias destaca por albergar una gran cantidad de parajes naturales y rurales de bella factura, y entre montes y valles del extremo occidental de la comunidad autónoma aparece Taramundi.
Un mundo de costumbres y oficios tradicionales se concentran en este encantador pueblo, con tiendas de artesanía y alimentos de excelsa calidad producidos allí mismo, dos de sus múltiples atractivos. El paseo de 14 kilómetros por la Ruta del Agua es imprescindible para que los visitantes conozcan la zona en profundidad.
Cascada del Ézaro (A Coruña)
Sin duda, Galicia es uno de los destinos más recurrentes para los españoles que buscan relajarse en un paraje natural. Pese a que el Camino de Santiago es la ruta referente a nivel internacional, la Cascada del Ézaro es uno de los espacios naturales más bellos de toda la región, y no demasiado conocido.
Situada en A Coruña, desde hace algo más de un lustro cuenta con un caudal mínimo ecológico, por lo que podrás disfrutar de su maravillosa caída de agua de 40 metros en esta Semana Santa.
Sierra del Segura (Albacete)
Uno de los atractivos más importantes de la comunidad manchega es la Sierra del Segura, una comarca que contiene montañas de más de 2.000 metros de altura, cañones, bosques y valles extensos.
El nacimiento del Río Mundo, que surge en el interior de la Cueva de los Chorros en el Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima es una visita obligada si pasas por la zona. Sus doce municipios son el sitio idóneo para empaparse del legado patrimonial, artístico e histórico de un lugar natural privilegiado.
Monte Urgull (San Sebastián)
La ciudad de Donosti es uno de los lugares con más prestigio internacional fuera de nuestras fronteras, debido a su festival de cine y a su excelsa gastronomía. No obstante, su riqueza rural no tiene parangón, y el Monte Urgull da buena cuenta de ello.
Se encuentra en zona costera, en uno de los extremos de la bahía de La Concha. Es un lugar idóneo para descansar y pasear entre vegetación exótica, mientras ves en el horizonte el mar Cantábrico. Este espectacular lugar, que aúna costa y montaña en plena ciudad, es uno de los rincones mejor valorados del País Vasco.
Valle de Ricote y Cieza (Murcia)
Este lugar situado en la Comunidad de Murcia es un paraje por descubrir. Si existe un sitio donde podemos sentir la herencia de la cultura árabe en España, ese es el Valle de Ricote y Cieza. Pasear por su frondosa huerta, que serpentea las riberas del río Segura, es uno de los placeres más desconocidos para los turistas españoles.
Mientras disfrutas de la fauna y flora que recorre el valle, puedes empaparte de su herencia árabe, al encontrar numerosos vestigios en el recorrido, además de sus sistemas de regadío clásicos, todavía frecuentes en la zona.