Este es el motivo por el que tienes más ganas de comer cuando duermes poco
El cuerpo humano es una máquina compleja y sofisticada, en la que cada pieza cumple con una función específica y en la que los diversos procesos y sistemas están íntimamente relacionados. Por ello, no es de extrañar que cómo descansemos tenga un efecto notable en nuestra alimentación y viceversa.
Insomnio y desequilibrios hormonales
Así, y tal y como explica el coach del sueño y entrenador mental Joan Martín Meneses en su libro Para soñar hay que dormir, desde hace tiempo se sabe que las personas que tienen un descanso deficiente tienden a comer más, lo que a su vez puede tener toda una serie de consecuencias negativas para la salud como aumentos no deseados en el peso corporal.
Según el autor, «la falta de descanso provoca un desequilibrio hormonal y, en particular, un desequilibrio entre la grelina y la leptina, dos hormonas implicadas en la sensación de hambre y de saciedad».
«Cuando no descansas lo suficiente, tu organismo genera más grelina de la cuenta, lo cual provoca más ganas de comer, y deja de producir leptina, inhibiendo la sensación de estar lleno. Todo este carrusel hormonal sube y baja afectando a tu voluntad de comer de forma saludable e influye directamente en tus emociones. Y, a su vez, las emociones, las sensaciones y las ganas de vivir afectan a las hormonas, los neurotransmisores y la química corporal», prosigue.
Además, añade Martín, cuando nos sucede esto no sólo se multiplica la tentación de comer a lo largo del día, sino que probablemente nuestras elecciones culinarias van a tender a ser menos saludables. «Cuando no duermes ni descansas», afirma, «tienes un déficit de energía que compensarás comiendo en exceso, además de elegir los alimentos más energéticos, que en la mayoría de los casos son los menos saludables y los que engordan: hidratos de carbono y azúcares».
Referencias
Joan Martín Meneses. Para soñar hay que dormir. Alienta editorial (2022). ISBN: 9788413441795.