«Es un momento inigualable para el motociclismo español»
«Sin duda estamos en un momento magnífico e inigualable para el motociclismo español», lo reconoce Manuel Casado (Madrid, 64 años), presidente de la Real Federación Motociclista Española (RFME, Zaragoza, 1923), y lo demuestran las cifras. De entre todas las 119 federaciones nacionales que hay repartidas por todo el mundo, la española ha sido la segunda con mayor representación (sólo superada por Gran Bretaña) en la última gala de la FIM donde se reconoció a los mejores de este 2023. Pedro Acosta en Moto2, Jaume Masiá en Moto3, Álvaro Bautista en SBK, Ángel Piqueras en JuniorGP, Jorge Prado por primera vez en MXGP, Toni Bou en otro doblete de TrialGP y X-Trial y Josep García en Enduro, fueron «los grandes campeones que una vez terminada la temporada tenemos en nuestro país» a nivel individual. Porque el propio Bou, junto a Busto y Marcelli añadieron un nuevo título colectivo con el trial de las naciones masculino.
El presente habla mucho y bien de la buena salud que goza en la actualidad el motociclismo español, pero todos esos méritos son el resultado de un trabajo que comenzó hace ya 100 años. El centenario de la RFME se celebra con el deporte inmerso en una especio de época dorada permanente y una larga lista de éxitos que comenzó en 1969 de la mano de Ángel Nieto. El Maestro logró el primer título mundial para España en la categoría de 50 cc que formaba parte del Mundial de Velocidad pero, sobre todo, inició un legado que le convirtió en un referente al que todos querían parecerse. Y, pese a que cada uno lo ha hecho en su modalidad, muchos lo han conseguido.
Desde que el 12+1 veces campeón estrenó el marcador, la cifra no ha dejado de sumar. España disfruta de un palmarés inigualable que abarca todas las especialidades motociclistas: 181 títulos individuales en campeonatos y copas del mundo, 50 títulos de equipos nacionales y más de 1.300 victorias en pruebas de rango mundial son las cifras de una larga lista de éxitos que ya esperan a los que están por venir. Porque como recuerda Manuel Casado, más allá de los grandes nombres ya mencionados también emergen «otra serie de pilotos que a un nivel junior, más jóvenes, están ganando ya títulos europeos o mundiales y nos aseguran en cierta medida la continuidad del motociclismo español».
Hay presente y futuro, pero sobre todo un pasado que resalta Casado como artífice de todo lo que estamos viviendo en la actualidad: «En este momento de tanta victoria yo creo que se refleja el trabajo de muchos años que ha llevado a cabo esta federación y en este aniversario, donde celebramos los 100 años desde que se creó la RFME, pues estamos súper contentos y agradecidos con el premio AS del deporte que sirve de reconocimiento a toda nuestra trayectoria». Porque, aunque sólo se resaltan las alegrías, el proceso no estuvo exento de baches por el camino.
«Estos 100 años de trayectoria son de mucha gente»
No fue nada sencillo llegar a los resultados actuales en disciplinas como la velocidad, porque la máxima categoría del Campeonato del Mundo fue durante mucho tiempo territorio vedado a los pilotos españoles. Durante un largo periodo fueron los estadounidenses y australianos quienes ejercieron todo el protagonismo, mientras que Sito Pons fue la primera piedra del éxito en 500 cc, campeonato donde Álex Crivillé culminó una década de esfuerzos extraordinarios con el título de la máxima cilindrada en 1999. Un hito, que permitió al motociclismo español afrontar el nuevo siglo repleto de esperanza.
Además de por los logros, esa esperanza también se instauró gracias a todo el trabajo llevado a cabo en aquel entonces por parte de la RFME. Se crearon copas de promoción que acabaron convirtiéndose en lanzaderas de pilotos hacia todos los campeonatos del mundo. Sobre todo en el caso del ESBK, que en la actualidad tiene a participantes de 35 nacionalidades diferentes. Una cifra que supera a la del campeonato del mundo gracias a todo el trabajo pasado, porque como recuerda Casado, «estos 100 años de trayectoria son de mucha gente y no sólo de los que estamos ahora en la federación. Forman parte del esfuerzo de todo el motociclismo a distintos niveles y por supuesto, de los pilotos que son los que están ahí dando la cara y partiéndose el pecho por nosotros».
«Este complejo de distintas personas que forman el motociclismo y durante este prolongado tiempo es el que nos ha permitido llegar con orgullo y con una satisfacción muy grande a esta fecha inigualable, porque no existirá otro centenario que nosotros veamos como ha sido el de cumplir ya 100 años con la RFME. Esperamos continuar en esta línea y seguro que con el futuro y la gente joven que tenemos, llegaremos a mantenernos en este alto nivel», o al menos, ese es el deseo de una federación que «espera no defraudaros».