¿Es más barato pedir un préstamo personal que una hipoteca para comprar una casa? Esto es lo que dicen los expertos
Antes de adquirir una vivienda, los expertos recomiendan valorar todos los productos ofrecidos por las entidades para su financiación. Generalmente, la mayoría de futuros propietarios recurre a préstamos hipotecarios, pero existen otras opciones válidas, como los créditos personales. ¿En qué situación conviene contratarlos? ¿Cuál es más económico?
«En España nos puede parecer impensable comprar una casa con un préstamo al consumo porque sus tipos de interés son más altos y las entidades no conceden cantidades tan altas como las necesarias para comprar una vivienda», explica el director de Hipotecas de iAhorro, Simone Colombelli.
Qué factores hay que valorar
Todo dependerá de lo que cueste la vivienda. Así, lo primero que hay que valorar es el dinero que necesitas y el plazo de amortización para su devolución. Muchas entidades financieras otorgan préstamos hipotecarios a partir de 50.000 euros, como mínimo, pero «no es habitual que los importes máximos de los préstamos personales superen los 60.000 o 75.000 euros», asegura Alessio Zambón, responsable de Marketing de Banco Mediolanum.
De tal manera que un crédito personal puede ser una buena idea si lo que cuesta la vivienda no es elevado. Por otro lado, la duración máxima para devolver el préstamo personal «rara vez superará los 10 años, por lo que las cuotas resultantes en caso de pedir importes elevados serán muy importantes».
Otro aspecto crucial son los costes asociados a cada tipo de préstamo. Los tipos de interés de las hipotecas y préstamos personales están elevados debido a las subidas materializadas por el Banco Central Europeo (BCE) para contener la inflación. «Eso sí, los tipos de las hipotecas siguen más bajos (el euríbor se sitúa este mes de octubre en torno al 2,6%) que los de los préstamos al consumo, que superaron en agosto (último mes del que el Banco de España aporta datos) el 7%», subrayan desde iAhorro.
Ventajas e inconvenientes en cada caso
«Lo más habitual es que la financiación hipotecaria sea sustancialmente más económica que la financiación mediante un préstamo personal», reconoce el responsable de Marketing de Banco Mediolanum, ya que «en caso de impago del préstamo, la garantía de cobro para la entidad financiera es muy diferente».
Por su parte, el director de Hipotecas de iAhorro destaca que «a priori, el tipo de interés de un préstamo al consumo nos puede parecer muy elevado, puesto que ronda entre el 5% y el 8%, frente al 2% o 3% en el que se sitúan ahora las hipotecas fijas». En cambio, en un préstamo personal de consumo, «el único coste de gestión sería la intervención del notario, cuyo arancel es de un 0,3% del dinero solicitado», aunque habría que añadir una comisión de apertura o una cancelación anticipada.
En este sentido, el préstamo hipotecario es más costoso al inicio, pero aporta mayor seguridad. Los tipos de interés son más bajos, pero hay que sumar elevados costes de gestión. Además de los intereses, «los préstamos hipotecarios han tenido gastos asociados a cargo del cliente que encarecían significativamente la operación, como el pago del impuesto correspondiente, la notaría, el registro, la gestoría o incluso la tasación de la vivienda», subraya Alessio Zambón.
Una de las ventajas de la hipoteca es que «está pensada para una devolución a largo plazo donde va a ser más cómodo devolver el dinero frente a un préstamo personal, donde los plazos se acortan y podría hacer que nuestra economía doméstica se viera resentida«, afirma el director de Hipotecas de iAhorro.
Entonces, ¿hipoteca o préstamo personal?
El responsable de Marketing de Banco Mediolanum indica que pedir un préstamo personal es más recomendable «en situaciones en las que el cliente tenga que hacer frente a una necesidad de liquidez temporal si, por ejemplo, tiene previsto vender una vivienda con la que va a reducir en un breve plazo la deuda contraída». Sin embargo, es más favorable la hipoteca «si no se dispone de suficiente liquidez para un desembolso tan grande».
Para ilustrarlo, desde iAhorro proponen el siguiente ejemplo: se necesitan 50.000 euros para adquirir una vivienda y nos ofrecen un préstamo personal con un TIN al 7,09% a un plazo de devolución de 8 años o una hipoteca fija con un interés del 1,78% a 20 años. En este caso, la opción más recomendable sería la primera, porque el coste total del préstamo personal sería de 66.806,90 euros y el de la hipoteca ascendería a 69.645,68 euros.
También conviene tener en cuenta las cuotas mensuales que se deben abonar. Siguiendo el ejemplo anterior, el pago mensual del préstamo sería de 683,93 euros, mientras que el de la hipoteca sería de 269,36 euros. «La decisión se debería tomar en función de la capacidad económica de la persona que adquiere el préstamo y una vez realizada la comparación», añade Colombelli.