¿Es malo no eyacular cuando se tiene sexo?
Las nociones culturales en torno al sexo pueden generar expectativas poco realistas que, al no cumplirse, provoquen frustración y preocupación. Este es uno de los motivos por los que es importante recibir educación sexual; conocer una función vital que es tan importante como las demás puede ahorrarnos varias formas de sufrimiento.
La importancia de las circunstancias
Existe una cierta concepción de que el objetivo último del sexo es el orgasmo (específicamente, el masculino) y la eyaculación. A raíz de esto, muchos varones sienten que hay un problema si no eyaculan.
La realidad es que aunque en algunos casos la falta de eyaculación sí puede ser el síntoma de un problema, es necesario atender a las circunstancias en las que se produce para determinarlo.
Aneyaculación orgásmica (orgasmo seco)
La primera cuestión radica en si estamos hablando de falta de eyaculación (entendiendo por ello simplemente la expulsión del semen) o de falta de orgasmo.
En el primer supuesto, sólo es síntoma de un problema cuando existe una incapacidad permanente para eyacular aunque se produzca un orgasmo (aneyaculación orgásmica u orgasmo seco). En tal caso, conviene consultar con un especialista para que realice las pruebas pertinentes, sobre todo si se desea tener hijos.
La aneyaculación orgásmica persistente puede deberse a daño nervioso debido a la diabetes, esclerosis múltiple o lesión en la columna vertebral; al uso de medicamentos que tratan la presión arterial alta, próstata agrandada o trastornos psicológicos; a un bloqueo en un conducto de esperma; a deficiencias de testosterona; a un trastorno genético reproductivo; a una consecuencia de procedimientos quirúrgicos para tratar próstata agrandada o cáncer de próstata; o a una consecuencia de la radioterapia para tratar el cáncer de próstata o de testículo.
Por el contrario, si sólo sucede ocasionalmente o después de eyacular varias veces en poco tiempo, no se la aneyaculación orgásmica no se considera motivo de preocupación.
Anorgasmia masculina
La ausencia de orgasmo y eyaculación, por su parte, se conoce como aneyaculación anorgásmica.
De nuevo, sólo estaríamos hablando de un problema de índole médica cuando existe una incapacidad sostenida en el tiempo de experimentar orgasmos y eyaculación, o cuando esta incapacidad se da consistentemente en determinadas situaciones (con la pareja, mediante la masturbación, con la luz encendida…).
En estos casos, puede deberse a determinados problemas fisiológicos (lesiones nerviosas, diabetes, el uso de fármacos antidepresivos) o, más comúnmente, a problemas psicológicos. De cualquier modo, deberá ser un médico quien evalúe la causa concreta y proponga soluciones en función de la misma.
En cambio, cuando hablamos de que no se alcanza el orgasmo de manera puntual, hay que decir que en principio no se considera que exista un problema; incluso, que la ausencia de orgasmo masculino no debería llevar a que la relación sexual se considere insatisfactoria. Si provoca frustración (de nuevo, una instancia puntual de anorgasmia), puede ayudarnos revisar nuestras expectativas en el sexo y trabajar en otras formas de obtener placer y disfrute.