¿Eres una ‘persona con alta sensibilidad’? Qué significa este término y por qué causa controversia entre los científicos
En la década de los 90, los psicólogos estadounidenses Elaine y Arthur Aron acuñaron el término «persona altamente sensible» o «persona con alta sensibilidad» (PAS) para hacer referencia a un rasgo que, según afirmaban, hacía a su portador especialmente sensible a los estímulos sensoriales y emocionales.
Desde entonces, la idea no ha recibido un apoyo unánime en la comunidad científica. Si bien sí es cierto que ha habido profesionales que la han adoptado, muchos otros han criticado sus postulados, argumentando además que no existe ninguna prueba fácilmente replicable y verificable que sirva para identificar claramente a las personas con este supuesto rasgo.
Rasgos y trastornos
Los criterios postulados por los Aron son, cuanto menos, algo vagos. Las personas con alta sensibilidad procesarían «con mayor profundidad» la información, serían «altamente empáticas», o se identificarían con ideas abstractas como la paz o el amor. Según los autores, entre un 15 y un 20% de la población podría portar este rasgo.
Como se hace evidente, en la actualidad no existen procedimientos empíricos para comprobar este tipo de criterios, por lo que la identificación del rasgo depende enteramente de la evaluación de un profesional (incluso, ciertas instituciones ofrecen en sus páginas web test que podrían complementar esta evaluación, como es el caso del Instituto de Profesionales de la Alta Sensibilidad). Esta es la principal razón por la que el concepto está en cuarentena por una gran parte de los psicólogos, psiquiatras y neurólogos.
Eso sí, probablemente los propios Aron eran conscientes de las reticencias que sus teorías podían despertar entre sus colegas. Pero, como dicen los anglosajones, el diablo está en los detalles: ambos autores insisten en que la alta sensibilidad no es un trastorno ni una enfermedad, sino un rasgo de la personalidad. Este matiz despoja a la Alta Sensibilidad de la categoría de diagnóstico médico, lo que a su vez rebaja los requerimientos para la aceptación legal del concepto.
El nacimiento de una industria
En principio, podría parecer que la idea de la alta sensibilidad sirve simplemente como herramienta teórica para describir un tipo de personalidades o rasgos en el contexto de la psicología. El problema es que a menudo se convierte en más que eso.
Desde que los Aron formularan el concepto, se han publicado innumerables libros que enseñan a ‘vivir como una persona altamente sensible’. Se ha generado una cierta industria a su alrededor, completa con formaciones ‘certificadas’ por las organizaciones creadas en torno a la idea, ‘coaching’, expertos, cursos…
Así, la idea de PAS exige un cierto análisis crítico. No se trata del primer concepto de dudoso valor científico que se convierte en una excusa para que determinadas personas o autores se lucren a costa de personas desinformadas que buscan solución a diversos sufrimientos que sí son reales. Por ello, conviene siempre atenernos a la evidencia científica y recordar el lugar y el calado de los términos y etiquetas, sin olvidar nunca que el cuidado de la salud mental, en última instancia, pertenece al ámbito sanitario y debe regirse siempre por estrictos estándares científicos.
Referencias
Aron, Elaine. The highly Sensitive Person Carol Pub. Group (1996) ISBN 0553062182
Aron, Elaine. El don de la sensibilidad (las personas altamente sensibles) Obelisco (2006) ISBN 84-9777-264-4.