En qué consiste el contrato de arras: ¿qué sucede si hay un incumplimiento?
A la hora de adquirir una vivienda, uno de los trámites que probablemente tengamos que realizar es la firma de un contrato de arras. Se trata de un acuerdo por el que se establece una determinada cantidad de dinero que el comprador perdería si incumple el contrato o viceversa.
Como detalla la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), este tipo de contrato es la manera más habitual de dejar una compra guardada. «En ese momento la venta aún no está consumada, pero cada parte se compromete a vender o a comprar, respectivamente, con unas determinadas condiciones».
Qué tipos de contratos de arras existen
El contrato de arras constituye la «entrega consensuada» de una determinada cantidad de dinero y contiene los elementos fundamentales de la compra de la vivienda. Obliga a ambas partes, pero podría incumplirse al no estar formalizada la venta.
Según la OCU, existen tres tipos de contratos arras en función de lo que se haya previsto para un posible incumplimiento:
- Las arras penitenciales: es el modelo más común por el que ambas partes se dan mutuamente la oportunidad de incumplir con el acuerdo fijando las consecuencias.
- Las arras confirmatorias: son las arras por defecto, un acuerdo por el que el compromiso se adquiere, a no ser que las partes decidan expresamente otra cosa, como en el caso anterior.
- Las arras penales: este tipo es menos frecuentes. El comprador y vendedor dan la oportunidad al otro de renunciar a la compraventa libremente, sin necesidad de justificación, a cambio de una penalización pactada.
Qué sucede si se incumple
En estos acuerdos también se contempla la opción de incumplimiento. «O bien el comprador podría no tener asegurada la financiación o piensa que él también puede encontrar aún una mejor oportunidad de compra, y desea asumir un riesgo limitado si incumple ese compromiso de arras«, indica la OCU.
¿Y qué cantidad se reclama en las arras? No existe un importe fijo, pero la idea es que «sea una suma lo suficientemente alta para que las partes la tomen en serio y se lo piensen antes de incumplirlas, pero a la vez lo suficientemente asequible para que su entrega sea rápida y no requiera de una búsqueda alternativa de financiación», aclara la OCU. Generalmente, las arras oscilan entre los 3.000 y 6.000 euros, pero pueden alcanzar los 10.000 euros.