El truco alemán para dejar la casa fresca sin aire acondicionado: solo se necesita una botella de agua

La llegada del calor hace que muchos busquen todo tipo de soluciones para mantener sus viviendas lo más frescas posibles. Aunque siempre está la opción del aire acondicionado, lo cierto es que su uso prolongado puede llegar a notarse en la factura eléctrica. Por todo ello, en Alemania se ha hecho viral estas semanas un truco casero que destaca por su simplicidad. Y es que solo se necesita de una botella de agua para poder ponerlo en marcha.
Este método se ha difundido así rápidamente por redes sociales, donde muchos usuarios están mostrando cómo consiguen enfriar sus casas gracias a ello. Así, la base de este truco radica en recurrir a una botella de agua congelada y aprovechar el efecto refrescante del hielo junto a la circulación natural del aire de las habitaciones.
El procedimiento es sencillo. Primero debemos llenar una botella de plástico de 1,5 o 2 litros con agua y colocarla en el congelador durante varias horas hasta que todo el contenido esté completamente congelado. Después de ello, debemos poner la botella frente a un ventilador. El aire pasará, así, a través del hielo, con lo que se enfriará antes de circular por la habitación.
Además, también podemos colocar varias botellas alrededor del espacio y ubicarlas especialmente cerca de ventanas o zonas donde el sol incida directamente. Se trata de un truco especialmente útil durante la noche, momento en el que las temperaturas bajan ligeramente y se puede aprovechar la brisa nocturna para intentar dormir más cómodamente.
Cabe destacar que este truco es aún más eficaz si dejamos la botella congelada en un punto alto puesto que el aire frío es más denso que el caliente y tiende a descender. De esta forma, el aire más fresco se irá liberando poco a poco.
La explicación de este truco
Detrás de este método, además, se encuentra una fácil explicación que tiene que ver con la física: cuando el hielo se derrite, absorbe el calor del ambiente, con lo que va enfriando el aire a su alrededor y se genera una sensación térmica más baja. Es, así, un sistema de enfriamiento casero que imita de alguna forma el principio del aire acondicionado.
Aunque el método sea ya de por sí bastante efectivo, hay una serie de consejos para sacarle aún el máximo partido. Entre ellos, por ejemplo, se encuentra el de utilizar varias botellas para las habitaciones que sean más grandes. Así, cuantas más botellas, más hielo derritiéndose y mayor efecto refrescante. Por otro lado, es recomendable elegir botellas grandes y resistentes y asegurarse de dejar espacio al llenar la botella, ya que al congelarse el agua llega a expandirse.
De igual forma, es recomendable cerrar persianas o cortinas durante el día para evitar que entre el calor y abrirlas de noche para renovar el aire. Las botellas, además, deben estar dispuestas sobre bandejas o recipientes para recoger la condensación que se vaya formando con el deshielo. También ayuda a refrescar el ambiente la utilización de paños húmedos o plantas en el interior.