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El pueblo más pequeño de España con catedral: así es Roda de Isábena

Limita con el departamento de Alta Garona, en Francia, el valle de Arán, la Alta Ribagorça y el Pallars Jussá, un compendio de historia y naturaleza en estado puro que ya nos hace presagiar que el lugar donde nos encontramos, la comarca de La Ribagorza, la más extensa de los Pirineos, en la zona nororiental de la provincia de Huesca, esconde grandes sorpresas. Montañas, cascadas y bosques dan vida a su paisaje, en el que sobresalen también pueblos con mucho encanto, como Graus, la capital, Benasque y uno muy especial, Roda de Isábena, un bellísimo conjunto medieval que, según las últimas estadísticas, apenas cuenta con 41 habitantes. Sin embargo fue, allá por el siglo X, capital del condado de Ribagorza y sede episcopal, motivo por el cual alberga una de las catedrales más curiosas y singulares de nuestra geografía.

La de Roda de Isábena es la catedral más antigua de Aragón, construida en el año 956 por deseo del conde de Ribagorza

La Catedral más antigua de Aragón

Roda de Isábena es el pueblo más pequeño de España que cuenta, en su patrimonio artístico, con una catedral. Para visitarla hay que dirigirse al centro de la localidad, el punto exacto donde se alza. Es la más antigua de Aragón: fue construida en el año 956 por expreso deseo de Ramón II, conde de Ribagorza, aunque tuvo que ser reconstruida, ya bajo el mandato de Sancho III El Mayor, tras ser destruida por Abd-al-Malik, hijo de Almanzor. Después sufriría muchas más modificaciones hasta el siglo XVIII, época a la que pertenecen la torre y el pórtico.

Restaurante y necrológicas

La catedral de San Vicente de Roda presenta planta basilical de tres naves cerradas en tres ábsides semicirculares de estilo románico. Bajo la cabecera se suceden tres criptas en diferentes niveles. En la central se venera el sepulcro de San Ramón, obispo de la localidad que descansa en un sarcófago románico en cuyo frente aparecen reproducidas escenas de la infancia de Jesús. Hay que prestar especial atención también a la cripta del lado norte, decorada como está con pinturas murales, entre las que destaca, en la bóveda, un Pantócrator. Al coqueto claustro se puede acceder libremente durante las horas en las que está abierto el restaurante situado en el antiguo refectorio, que pertenece a una hospedería que ofrece apartamentos a los viajeros. Merece la pena adentrarse en él y contemplar las abundantes inscripciones necrológicas esculpidas en algunos de los capiteles. Detrás de la catedral se conservan la base del castillo de Roda, conocida como la Torre Gorda, del siglo XI, y el palacio del Prior, del siglo XVI.

Calles estrechas y grandes vistas

Aunque hasta aquí hemos llegado para visitar su preciosa catedral hay otras muchas cosas que ver en Roda de Isábena, con un abigarrado casco antiguo, formado por intrincadas callejuelas y pasadizos, que nos recuerdan sus orígenes. En nuestro paseo nos encontraremos con restos de un antiguo molino de aceite y miradores, como el del portal de Santa Ana, que nos permite disfrutar de una estupenda panorámica del valle de Isábena. Una buena idea es hacer una ruta siguiendo los puentes medievales que cruzan el río.

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