Economía

El presidente de Iberdrola niega haber estado obsesionado con Florentino Pérez

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, «jamás» estuvo «obsesionado» con el presidente de ACS y del Real Madrid, Florentino Pérez, quien habría sido espiado por el excomisario de policía José Villarejo a instancias de la eléctrica con el fin de obtener información que pudiera usarse en «escenario de conflicto».

Así lo manifestó Sánchez Galán durante su declaración como investigado ante la Audiencia Nacional, en la que aseguró que «jamás» vio o habló con Villarejo, del que solo tuvo noticia a través de la prensa, e insistió en que es «técnicamente imposible» conocer a cada uno de los proveedores, especialmente en una multinacional que cuenta con 19.000.

«Si no conocía la empresa y no conocía al señor, difícilmente voy a conocer su función. Es absolutamente imposible conocerlo todo porque hay 400.000 personas que trabajan para nosotros en todo el mundo», recalcó el presidente de Iberdrola, según las transcripciones de su interrogatorio.

En esta línea, aseguró que cada departamento está habilitado para adoptar decisiones de forma autónoma, en este caso, el de seguridad, dirigido entonces por el también investigado Antonio Asenjo, que se habría encargado de las contrataciones, puesto que no tenía «ningún tipo de limitación» a la hora de ejercer sus funciones.

Sobre del Olmo

Durante su intervención, a la que respondió a preguntas del juez Manuel García Castellón, la Fiscalía Anticorrupción y su propia defensa, Sánchez Galán tuvo que pronunciarse sobre el exdirectivo José Antonio Del Olmo, que advirtió de supuestas irregularidades en el pago de las facturas a Villarejo.

Del Olmo es, a ojos de los investigadores, uno de los ejes centrales de esta causa, hasta el punto de que Iberdrola se querelló contra él por presuntamente falsear un documento que habría elaborado él mismo para alertar de pagos a una empresa «que podría ser Cenyt», vinculada al excomisario.

Sin embargo, en su último auto, dictado esta misma semana, el juez ha abierto las puertas para que se aplique a este algunos aspectos de la doctrina europea del «whistleblowing» o de protección al denunciante, una sugerencia que está ahora en manos del Ministerio Público y del resto de partes.

«Me enteré de las historias de este señor por los medios y, recientemente por mi abogado. En ningún momento utilizó ni a sus jefes, para decir que (la contratación de Villarejo) era algo irregular, ni el camino paralelo (el canal de denuncias)», indicó Sánchez Galán.

Es más, admitió que habría estado «encantado» de que Del Olmo hubiera informado de sus sospechas en 2015, cuando el diario El País desveló que el policía aún seguía en activo, una cuestión determinante en el delito de cohecho.

El actual presidente de Iberdrola aprovechó las preguntas para aclarar que durante los primeros años en los que, supuestamente, la compañía buscó los servicios del excomisario, de 2004 a 2006, quien estaba al frente de la eléctrica era Íñigo Oriol, ya fallecido, no él.

«Quiero insistir en este tema. Yo no era presidente. Por encima de mí había más gente», señaló al titular del juzgado central de Instrucción número 6, que en más de una ocasión se excusó por tener que reformularle las mismas cuestiones, y le trasladó que no iba «a pillarle en nada», solo «a que conteste».

Nunca ha estado «obsesionado» con Florentino

Uno de los proyectos encargados por Iberdrola a través de Asenjo fue el denominado «Black Board» o «B-B», desarrollado en 2004 y 2005 y que, según el informe de Cenyt, «tenía por objeto conocer información de naturaleza sensible» acerca del entonces presidente de Endesa, Manuel Pizarro.

«Yo no he conocido, ni he ordenado ni he autorizado ningún tipo de acción en este sentido. Entre otras cosas, porque no me interesa. Segundo, porque de Pizarro tengo la mejor opinión, tanto a nivel personal como profesional. Me pareció siempre un competidor absolutamente de primera a todos los niveles», contestó el presidente de Iberdrola.

En términos similares se expresó respecto al presidente de ACS y del Real Madrid, Florentino Pérez, que habría sido objeto de las investigaciones de Villarejo.

«Condeno (la práctica) absolutamente», dijo Sánchez Galán, que en otro momento del interrogatorio repitió que «jamás hubiera autorizado hacer ningún tipo de análisis».

«Yo jamás he estado obsesionado con ninguna persona. Respecto a Pizarro, tengo la mejor opinión. Y respecto a la otra persona (Pérez), tuvimos diferencias desde el punto de vista empresarial, que fueron saldadas por el apoyo masivo de los accionistas hacia el Consejo de Iberdrola», añadió.

Por el contrario, rogó al juez «que investigue ese espionaje que he sufrido en un pueblo de Zamora por parte del señor Villarejo, que consta en sus papeles también».

Las contrataciones, al margen de sus competencias

Mención especial dedica García Castellón al llamado proyecto Arrow, en torno a la central de Arcos de la Frontera (Cádiz) y a la oposición de una concejal del ayuntamiento para su construcción.

«Estamos hablando de hace 17 años, señoría… El señor Asenjo, como director de los 300 que hay en la compañía, tenía autonomía para tomar las decisiones consideradas necesarias. Ni el Consejo, ni el consejero delegado, ni el presidente, que era Íñigo Oriol, teníamos ninguna cosa que decir«, defendió Sánchez Galán.

Y continuó: «me está preguntando (al magistrado) cosas que están absolutamente fuera de mi área de responsabilidad primaria de conocimiento. El día que conozca lo que está pasando en Portland (EE UU), en un parque eólico, es que he terminado mi vida como presidente».

Una afirmación que despertó la reacción del juez: «Sí, pero es que en Portland seguramente no estén controlando el tráfico de llamadas«

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