Viajes

El paraíso escondido de Teruel con torre medieval y Estrella Verde Michelin

El paraíso existe en Teruel. Esto es lo que debieron pensar Jemma Markham y su marido, Piers Dutton, cuando, después de recorrer España durante dos años para buscar una finca, llegaron a La Torre del Visco. Jemma Markham estudió Historia en el King’s College de Londres. Fue alumna del hispanista John Elliot, quien le despertó su interés por España; aquí llegó en 1973 para aprender nuestro idioma y nunca se ha marchado. Después de dos décadas de trabajo en Madrid encontró el lugar donde quería pasar el resto de su vida: La Torre del Visco, una finca en Fuentespalda, en la comarca de Matarraña (Teruel), en la zona de confluencia del antiguo Reino de Aragón con Cataluña y Valencia.

El hotel está construido en una finca de 90 hectáreas y se ha levantado rehabilitando una torre del siglo XV

Un golpe de suerte

“En 1992, después de rastrear todo el país, cuando llegamos a esta finca nos impresionó”, nos cuenta Jemma mientras almorzamos en su restaurante, que acaba de obtener su primera Estrella Verde Michelin. Y añade: “comprar una casa de campo en aquel momento no era fácil porque no se vendían. En esos años, para las personas de la zona quedarse a vivir en estos pueblos en lugar de emigrar a la ciudad era sinónimo de fracaso, y vender sus casas de campo era como mostrar a los demás que estabas necesitado de dinero. Tuvimos la suerte de que esta finca sí se vendía y, además, contaba con su propio pozo que daba agua al pueblo en los años secos. Nos encantó”.

El hotel y su valle

A la Torre del Visco (que significa muérdago en lenguaje local) se accede por un camino de tierra porque su propietaria no quiere asfaltarlo y preservar así la naturaleza de la zona. Nada más iniciar el camino, el paisaje sorprende porque nos va adentrando en un bosque mediterráneo, nada fácil de imaginar en la provincia de Teruel. Entre otras bondades, esta comarca aragonesa cuenta con un microclima que permite disfrutar del sol durante el día y de temperaturas más frescas por la noche durante muchos meses al año.

Gracias a la nula contaminación lumínica, aquí las estrellas brillan por la noche como en pocos sitios

La Torre del Visco está rodeada de pinos, almendros y olivos centenarios, y al pie del hotel se abre un valle con su propio río rodeado de flores silvestres. Otro de sus grandes atractivos reside en las horas nocturnas ya que aquí, gracias a la nula contaminación lumínica, las estrellas brillan como en pocos sitios.

Miembro de Relais & Châteaux

El hotel está construido en una finca de 90 hectáreas y se ha levantado rehabilitando una torre del siglo XV y sus edificaciones aledañas. Además, se han construido románticos jardines, terrazas con flores y huertos ecológicos. “Lo inauguramos como un hotel modesto de nueve habitaciones y al frente de la cocina estaba Piers, mi marido (ya fallecido), que cocinaba muy bien. En el año 2000 nos descubrió Relaix & Châteaux y esto cambió, pero nuestra filosofía sigue siendo la misma”.

La seña de identidad de La Torre del Visco es la sostenibilidad desde mucho antes de que se empezara a hablar de ello. El agua que se utiliza en el hotel es de los propios pozos de la finca, y la mayor parte de la luz está generada con placas solares. Trabajan sus tierras siguiendo los ritmos de la naturaleza y de manera ecológica, y reciclan todo lo que pueden para dejar la menor huella posible en el planeta.

La seña de identidad de La Torre del Visco es la sostenibilidad desde mucho antes de que se empezara a hablar de ello

En la actualidad, el hotel cuenta con 16 habitaciones, algunas de ellas suites. Todas están decoradas de manera diferente y original y todas tienen vistas al valle, a la montaña o a los jardines. Dispone de biblioteca y salones, todos decorados con flores frescas. En el exterior cuentan con diferentes patios y terrazas donde es fácil encontrar a los dos perros de la familia: Clouseau, un mastín, y Aslan, un labrador, que se acercan a olfatear los zapatos de los clientes para descubrir quién tiene perro en casa. De vez en cuando, aparece y desaparece un precioso gato de pelo gris.

Estrella Verde Michelin

El restaurante El Visco, al que se puede ir a comer aunque no se esté alojado en el hotel, está en manos del chef Rubén Catalán, quien ha obtenido en 2023 su primera Estrella Verde Michelin, una de las trece que se han concedido en España. Sus platos, un espectáculo de sabor y color, están elaborados con productos locales respetando su estacionalidad. Las verduras y algunas flores que se emplean en las recetas son del huerto de la propia finca.

Aquí forman parte de movimiento «slow food» y trabajan para recuperar especies autóctonas agrícolas y ganaderas, como la oveja maellana

Aquí forman parte de movimiento slow food y trabajan para recuperar especies autóctonas tanto agrícolas como ganaderas, como es el caso de la oveja maellana, de la que quedan pocos ejemplares en la zona. Los productos que adquieren fuera de la finca son todos de proximidad, de pequeños productores locales situados a menos de 70 kilómetros, y el pescado viene de los puertos de Tarragona. El menú degustación incluye verduras y plantas elaboradas de manera muy original, y pescado y carne que se puede maridar con vinos de la zona.

Encuentros con el vino

En La Torre del Visco organizan eventos en los que conocer y compartir diferentes proyectos con su misma filosofía: tener un impacto positivo en la gastronomía circular. Uno de los que mayor repercusión está teniendo en la comarca es el organizado en torno al vino. Bajo el nombre “Confitando territorio” se reúnen bodegueros, enólogos, sumilleres y periodistas para analizar el papel que juega la viticultura como sostén del paisaje rural.

En estos encuentros, a la hora de los almuerzos y las cenas se elaboran menús maridados con estos vinos de pequeñas producciones sostenibles, muchos de ellos hechos con uvas de variedades ancestrales, de manera artesanal y con poca intervención humana, capaces de reflejar el lugar del que proceden y las características de su añada.

La Torre del Visco (torredelvisco.com) es un ejemplo pionero de turismo sostenible y de cómo dinamizar lo que hoy llamamos la España vaciada para convertirla en un pequeño paraíso. Jemma y Piers lo consiguieron: el paraíso existe, y está en Teruel.

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