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El oscuro túnel de Kubo

En junio de 2019, el Madrid anunciaba el fichaje de Take Kubo. No solo era uno de los mayores talentos del planeta, sino que su paso por La Masía, donde se le conocía como el ‘Messi japonés’, añadía picante a la operación. Llegaba gratis del FC Tokyo y descorchó expectación desde el minuto uno. Tras destacar en la Copa América con Japón, a pesar de su edad, hizo la pretemporada con el primer equipo blanco y regaló un sinfín de destellos. Todo estaba listo para estrenarse con el Castilla de la mano de Raúl, cuando se concretó, sobre la bocina del mercado veraniego, su marcha al Mallorca. Su buen año como cedido en la isla disparó aún más el hype. 2020 parecía ser el año de la explosión, pero fue el del comienzo de un barbecho que pone en entredicho su futuro con el equipo blanco.

Si en la 2019-20 Take disputaría 35 partidos ligueros (23 como titular), con 4 tantos, 5 asistencias y la sensación de estar listo para cotas mayores. El curso siguiente, otro préstamo que hacía las veces de estas cotas, puso trabas a su progresión. En esta ocasión era el Villarreal el destino, equipo de mayor empaque y elegido para ejercer de trampolín final a su asentamiento definitivo en la élite. Pero no cuajó con Unai Emery. Dos titularidades en la primera vuelta y la Europa League como oasis. Sus números se vieron resentidos: un tanto y 3 asistencias, todos en sus cinco partidos en competición europea.

En el mercado invernal se buscó oxígeno en el Getafe. Con un gol garantizó la permanencia azulona en Primera, pero los flashes perdieron regularidad. De ahí que volver a Mallorca, donde encajaron las piezas, parecía ideal. Pero Take no ha recuperado ese vuelo inicial, el que le convertía en parte de la columna vertebral futura del Madrid y disparó su valor hasta los 30 millones de euros para Transfermarkt con apenas 19 años. Justo antes de poner rumbo a Vila-Real. En el conjunto bermellón ha sumado 29 partidos este curso, con 17 como titular. Un gol y una asistencia es su bagaje en Liga, una incidencia mucho menor de la esperada con una importancia decreciente. De hecho, en la última jornada, donde los de Javier Aguirre se jugaban la vida, el de Kawasaki se quedó en el banquillo. Este contexto preocupa al Madrid, donde ahora regresa entre interrogantes.

Situación

Kubo tiene ya 21 años, contrato hasta 2024, su valor ha caído hasta los 7,5 millones de euros (Transfermarkt) y no logra carburar como de él se esperaba por talento, intacto, y expectativas, más deterioradas. Ancelotti ha llamado a filas a los suyos el 8 de julio, cuando dará la pretemporada con la vista claramente puesta en el 10 de agosto: Supercopa de Europa ante el Eintracht. Kubo arrancará con el resto de sus compañeros, pero sabe que no tiene hueco en la plantilla merengue y ello hace que su futuro se tambalee. El extremo es extracomunitario y las tres plazas son para Vinicius, Militao y Rodrygo, indiscutibles. Se le buscará una nueva cesión en busca de un despegue que no llega, pero si llega una oferta interesante, el Madrid se pensaría el traspaso teniendo en cuenta que al japonés le quedan dos años de contrato. El futuro de Take se tambalea…

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