Viajes

El increíble castillo construido sobre un río en el Valle del Loira

Dentro de los muchos destinos turísticos de Francia, hay una zona que destaca por encima de los demás para los amantes de la historia. El Valle del Loira, incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, se extiende por el centro del país, repleto de impresionantes castillos levantados durante el Renacimiento. Uno de los imprescindibles es el de Chenonceau, construido en el siglo XVI sobre las aguas del río Cher.

Una historia ligada a las mujeres

La historia del Château de Chenonceau está marcada por las mujeres desde sus orígenes y es por eso que también es conocido como el «Castillo de las Damas». Este fue construido por la noble francesa Catherine Briçonnet entre 1513 y 1517, aunque originalmente ya había una construcción que data de los siglos XII y XIII y de la que solo queda la mazmorra.

En 1535, el rey Francisco I lo incorporó a las Tierras de la Corona de Francia (tierras y propiedades del monarca) como parte de una liquidación de deudas. Más tarde, el rey Enrique II decidió ofrecérselo a su favorita Diana de Poitiers. Años después, en 1559, la reina Catalina de Médicis, trasladó la autoridad del castillo a su hijo Enrique III. Cuando este murió, su viuda, Luisa de Lorena, se mudó a la fortaleza de luto.

Pasamos al siglo XVIII con Louise Dupin, una dama de la ilustración que acogió a los más grandes eruditos, filósofos y académicos de Francia en el salón literario del castillo. Finalmente, durante la Primera Guerra Mundial, la fortaleza se convirtió en un hospital militar y, durante la Segunda Guerra Mundial, la familia propietaria, los Menier, ayudaron a sacar de contrabando a las personas que huían de los nazis.

Una joya por dentro y por fuera

El precioso castillo de Chenonceau se ha ido convirtiendo en uno de los lugares más populares de Francia, de hecho es el más visitado después del de Versalles. Ya desde su exterior sorprende a todo aquel que lo ve, y es que el edificio se encuentra sobre las aguas del río Cher, sobre un puente que conecta ambas orillas.

En su interior, destacan salas como la Cámara de las cinco reinas, el Gabinete Verde de Catalina de Médic o el Salón Luis XIV. Además, podremos encontrar una extraordinaria colección de muebles, tapices, esculturas del siglo XV de Mino da Fiesole y pinturas de artistas como Rubens, Primaticcio, Tintoretto o Murillo, entre muchos otros.

Por otro lado, no podemos perdernos sus magníficos jardines perfectamente diseñados. Por ejemplo, podremos pasear por el Jardín de Diana de Poitiers y sus rosales, por los parterres de flores del Jardín de Catalina de Medici y por el Jardín Verde, diseñado por en 1825 para la condesa de Villeneuve.

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