El día que Nike diseñó la bota perfecta para Batman
El 12 de enero de 1989, después de tres meses de intenso trabajo con jornadas de doce horas diarias y seis días a la semana, finalizó el rodaje de ‘Batman’. Afrontar la mastodóntica filmación de la película resultó ser un calvario para el director, Tim Burton. Ya desde la preproducción, el cineasta tuvo que sortear huelgas de guionistas en Hollywood, cambios inesperados de casting, reescrituras de guion y continuas imposiciones creativas por parte de los ejecutivos de Warner. “Una tortura, el peor periodo de mi vida”, afirmó el realizador californiano años después, al recordar su experiencia al mando de ‘Batman’.
Con un presupuesto inicial de 35 millones de dólares, el film fue rodado íntegramente en Inglaterra, en los estudios Pinewood de Londres, donde se pudieron levantar los enormes decorados de los que hace gala la película. Uno de los mayores retos del film fue materializar el traje del personaje, para lo que se contrató al prestigioso diseñador de vestuario Ron Ringwood, que se incorporó al proyecto semanas después de su inicio. Se esculpieron cuatro prototipos durante 24 semanas antes de que se estableciera el diseño final, un modelo que permitía algo más de movilidad a Michael Keaton. El actor había mostrado su incomodidad al tener que soportar una armadura corporal de gomaespuma de cinco centímetros de grosor ceñida a su torso y una pesada capa fabricada en látex.
Durante los preparativos, Jon Peters, productor temido en los rodajes por sus constantes intromisiones, le pidió al equipo de vestuario incorporar en la película algún producto de Nike tras haber establecido ciertos acuerdos comerciales con la marca. Los responsables de vestuario no veían claro el hecho de usar ropa deportiva en una historia ambientada en la década de los años cuarenta. Bob Ringwood y su asistente Graham Churchyard pensaron entonces en incluir un par de zapatillas modificadas por Nike en la indumentaria del Caballero Oscuro. Tras unos encuentros con Michael Keaton en Los Ángeles, Tinker Hatfield, el célebre diseñador de Nike, se encargó de idear unas botas en base a las zapatillas que había realizado meses atrás en la sede de Portland, las Nike Air Trainer III. Gracias a su ingenio, se acortaron los tiempos de entrega y se redujeron considerablemente los costes de producción al enviar directamente el material desde Portland a Londres. «Las botas no solo fueron un accesorio estético. Keaton y sus dobles tuvieron que hacer una buena cantidad de acrobacias con esas zapatillas de alto rendimiento», declaró orgulloso Hatfield.