El desastre aéreo del United y la muerte de los Busby Babes
El mundo del fútbol quedó conmocionado por el accidente aéreo de la expedición del Manchester United en Múnich. Ocurrió el jueves 6 de febrero de 1958, a las tres y cuatro minutos de la tarde. El club de Mánchester regresaba de disputar los cuartos de final de la Copa de Europa de la temporada 1957-1958 frente al Estrella Roja (3-3, en Belgrado; tras el 2-1 a favor de los red devils en Inglaterra). La expedición del United hizo escala en la ciudad alemana para repostar. El día era desapacible en Múnich con temperaturas rozando los cero grados y con aguanieve. Las pistas del aeropuerto de Riem, el aeródromo internacional de Múnich clausurado en 1992, estaban cubiertas de nieve.
El Manchester United esa temporada era un serio candidato a ganar todos los títulos. Con el técnico escocés Matt Busby al frente, los ‘Diablos Rojos’ tenían una media de edad de 22 años. La ilusión recorría el club ante la expectativa de tener en ciernes a una generación de oro. El experimentado piloto británico de 36 años James Thain y su copiloto Ken Rayment habían detectado un exceso de potencia en uno de los motores, por lo que la nave tuvo dos despegues fallidos previos a la catástrofe. Todo parecía estar en orden, aunque nadie se había percatado de la presencia de hielo en las alas del aparato, ya que ningún operario las había limpiado aquella mañana. Un despiste que originó la catástrofe. Con el visto bueno de la torre de control, la aeronave decidió despegar. El piloto y copiloto habían intercambiado sus asientos, una práctica prohibida por la política de su empresa, otro erro fatal.
El Airspeed Ambassador al llegar al último tramo del camino perdió velocidad y atravesó una enorme capa de hielo y barro. Sin poder elevarse y con un trecho de pista insuficiente, el piloto intentó frenar el aparato a lo largo de 50 metros, pero fue incapaz de hacerse con el rumbo del avión que arrolló la valla perimetral del aeropuerto. Después, el impacto contra una casa cercana desplazó el fuselaje del ‘Elizabethan’ a varios metros, provocando la explosión de un depósito de combustible de un camión aparcado en la zona. El fatal percance provocó la muerte de 23 personas.
De los 18 jugadores del Manchester que viajaban, siete murieron en el acto, y 15 días después del accidente, a causa de sus heridas también falleció el joven centrocampista de 21 años Duncan Edwards, del que se ha dicho que por sus cualidades estaba llamado a ser uno de los mejores jugadores de la historia. Entre los supervivientes estuvieron el entrenador Matt Busby, Bobby Charlton, Jackie Blanchflower, Denis Viollet… Realmente ilesos, sólo resultaron dos, el meta norirlandés Henry Harry Gregg y el defensa Bill Foulkes.
El destino quiso que diez años después de la tragedia de Múnich, bajo el mando de Matt Busby, el mismo entrenador que estuvo a punto de fallecer en el siniestro, el United consiguiera ganar la Copa de Europa. Hoy en día, 65 años después del desastre aéreo, todavía late la pregunta de hasta dónde habrían llegado los ‘Busby Babes’ si no fuera por ese fatal desenlace.