Dos de cada tres autónomos están lejos de recuperar la actividad previa a la pandemia y el 80% se ve afectado por la inflación
Dos de cada tres autónomos están lejos de recuperar su actividad previa a la pandemia. Así lo afirma el XIV Barómetro de Autónomos de la ATA (Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos) presentado este lunes por Lorenzo Amor, presidente de la Federación y vicepresidente de la patronal empresarial CEOE.
A escasos días de finalizar el primer semestre del año, la ATA ha analizado en su encuesta a 1.246 autónomos la situación de este colectivo frente a la inflación «desbocada» que deriva de la crisis energética ocasionada por la guerra de Ucrania.
El 37,8% de los autónomos no refleja la inflación en sus precios
Una inflación que los autónomos cargan a sus espaldas, dado que, a pesar de que ha afectado a 8 de cada 10, el 37,8% no la refleja en sus precios. El Barómetro muestra que ese dato cambiará durante los próximos meses, ya que el 62,3% de autónomos prevé subir los precios si la situación permanece estática.
Dada la incertidumbre que la guerra de Ucrania ha despertado en la economía europea, sumada a la crisis que el sector de los autónomos arrastra desde el comienzo de la pandemia, no es de extrañar que la situación se antoje difícil para este colectivo llegados a mitad de año. De hecho, solo el 31,9% de los encuestados afirma haberse recuperado de la crisis originada por la covid y el 30,2% no descarta tener que cerrar su negocio por dificultades económicas. Dentro del grupo de los autónomos que no han llegado a niveles de actividad prepandémicos, solo el 7,2% aspiran a hacerlo para cuando acabe el año.
En un contexto tan complicado para el sector, la morosidad se presenta como un problema cada vez más común. La encuesta de mayo revela que casi el 40% de los autónomos sufre este lastre, que llega desde el sector público y el privado.
La pandemia remite, la recuperación se estanca
La situación a estas alturas de año no es buena, pero tampoco difiere de la que mostraba el Barómetro en diciembre de 2021. Hace seis meses apenas un 31% de la muestra recogida por ATA se había recuperado de la pandemia, porcentaje que permanece prácticamente inmóvil. Ante este panorama desalentador, la respuesta para algunos es acogerse a las ayudas públicas. A pesar de ello, el 43,5% de los autónomos (1.450.000) no se ha beneficiado de ninguna prestación en los últimos dos años.
Por otro lado, un 55,3% ha recibido alguna ayuda, principalmente desde las comunidades (51%). Los que se quedan fuera lo hacen por no cumplir los requisitos (34%), por encontrar demasiado complicadas las gestiones burocráticas (19,4%) o por no haber necesitado las ayudas (16,0%). Entre todas las prestaciones, el ATA ha destacado la relevancia del Kit Digital, destinado a digitalizar las pequeñas empresas.
Esta iniciativa enmarcada en Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia del Gobierno no llegará, según parece, al grueso de los empresarios autónomos. Son más los que no conocen el Kit (24,8%) que los que prevén solicitarlo (20%).
El barómetro revela también que los ERTE se han convertido en una herramienta residual que sólo utiliza el 1,2% de los autónomos que tienen trabajadores a su cargo y que la falta de liquidez se sitúa como uno de los problemas más comunes en el colectivo. Así, un millón de autónomos afirma haber solicitado financiación, y a un 89,2% de ellos se le ha concedido. Un 38,3% del colectivo se ha abstenido de hacerlo ante la imposibilidad de «endeudarse más».
Repasando las perspectivas de futuro, el barómetro expone que un 30,3% es pesimista y prevé que su actividad disminuya durante los próximos meses. Sólo un 14,1% prevé una mejora y, dentro de ese grupo, la mayoría cifra el aumento previsto en un 20% o menos. El 10% de los encuestados cree que tendrá que disminuir su plantilla de cara a los próximos meses, un dato que cobra peso si se tiene en cuenta que casi la mitad del grupo (un 42,2%) no tiene trabajadores a su cargo porque no los necesita.
Pesimistas, apurados y lejanos a la recuperación, los autónomos sienten además que no están justamente valorados en la sociedad española ni tratados correctamente por las administraciones. Así lo aborda la ATA al final de su encuesta, concluyendo además que el 49,8% repetiría como autónomo si comenzase de nuevo su trayectoria profesional, frente al 20% que se negaría rotundamente.