Viajes

Dónde está la zona más verde de España (y no es en el norte)

Ahora que parece que todos nos hemos puesto de acuerdo y admitimos lo bien que nos sienta el contacto con la naturaleza, ha llegado el momento de buscar ese lugar en el que, a todos los beneficios de estar rodeados de verde, se le pueden sumar otros atractivos como pueblos llenos de encanto y una excelente gastronomía para recuperarnos de las largas caminatas. Y sí, ese lugar tan ideal está en Soria.

Entre pinos y robles

¿Sabías que la OMS considera un entorno saludable aquel en el que hay un árbol por cada tres personas? En Soria este dato ni les preocupa ni les asusta. Y es que, con más de 630 millones de árboles, la provincia puede presumir de una proporción de récord con casi 7.000 árboles por cada habitante.

La provincia de Soria cuenta con una proporción récord de casi 7.000 árboles por cada habitante

Se trata de la masa boscosa más extensa de la península y está compuesta, en su mayoría, de frondosos pinares y robles centenarios. Pero entre tanto bosque también encontramos vivos ríos y pequeños lagos, algunos tan conocidos como la Laguna Negra. De origen glacial, esta laguna se encuentra a unos 2.000 metros de altura, encajada entre altos muros y rodeada de pinos. El reflejo de estos sobre el agua es una de las razones de su nombre, aunque existen otras muchas historias y leyendas mucho más enigmáticas, como que su fondo está conectado directamente con el mar.

La buena noticia es que visitarla es muy fácil gracias a una estructura de madera que bordea gran parte del perímetro. Los más aventureros pueden ascender por un sendero (no muy sencillo) que los llevará hasta el Pico de Urbión (2.228 m), pasando por otras pequeñas lagunas y pudiendo disfrutar de unas vistas maravillosas.

Pueblos llenos de historia

A los pies de la Laguna Negra encontramos el que es considerado el corazón de la comarca y uno de los pueblos más bonitos de Soria. Vinuesa tuvo su momento de esplendor durante la Edad Media gracias al comercio de madera y lana. Aunque poco queda de aquellos negocios, sí de lo que ellos supusieron para la zona en forma de importantes palacios y caserones con una arquitectura fácilmente reconocible gracias a sus grandes balcones de madera y escudos en piedra.

Muy cerquita encontramos otro remanso de paz y tranquilidad, Molinos de Duero. Ambas localidades estuvieron en su día comunicadas por una importante calzada romana. Y es que Molinos de Duero fue uno de los centros más destacados de la construcción de carretas. Hoy sigue presumiendo de ese aire señorial gracias a sus casonas de mampostería y piedra. Por supuesto, con enormes puertas por las que entraban sus carretas.

Y terminamos en otro de los grandes tesoros de Soria, Calatañazor. Se dice que en Calatañazor perdió Almanzor el tambor. Una forma muy suave de contar que allí fue donde el califa fue derrotado. Y parece que en ese mismo momento el tiempo se paró en esta pequeña localidad que se mantiene con aquel trazado medieval y su encanto intacto. El castillo corrió peor suerte y hoy solo nos quedan unas pocas ruinas. Eso sí, desde ellas las vistas son preciosas.

Más verde para terminar

Esta ruta por la Soria verde no se puede terminar sin la visita a otro de los grandes iconos de la provincia: el Cañón del Río Lobos. A pesar de que este Parque Natural lo comparte con la provincia de Burgos, la parte soriana sale ganando tanto por amplitud como por belleza.

El acceso desde la localidad de San Leonardo es una de las más sencillas. Tras un corto y agradable paseo se llega a la ermita templaria de San Bartolomé, situada en una explanada desde la que se aprecia a la perfección el altísimo cañón que ha ido esculpiendo el río Lobos con el paso de los años.

Un extra: la playa Pita

Sí, sí. En Soria hay playa. Las aguas del embalse de la Cuerda del Pozo son el lugar ideal para descansar tras tanta excursión tirado en la arena o para practicar los típicos deportes acuáticos.

Cómo llegar a la Soria Verde

Para moverse por esta zona es indispensable el coche. Desde Soria, tomamos la N-234 dirección Burgos. Hasta Vinuesa se tarda una media hora, pasando por Molino de Duero y playa Pita, mientras que hasta el parque del Cañón del Río Lobos hay unos 40 minutos. Más información en dipsoria.es

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