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Detenidos los presuntos autores del asesinato de Borja Villacís: "Iban a matarlo con armas de guerra, pero han hecho una chapuza"

La Policía Nacional y la Guardia Civil han detenido este miércoles en un operativo conjunto a los dos presuntos autores del asesinato de Borja Villacís, acribillado a balazos este martes en la carretera de El Pardo. Estas dos detenciones realizadas en la localidad toledana de Yuncos se suman a la de una mujer de 52 arrestada este martes en Madrid, pocas horas después del crimen.

Uno de los detenidos en Yuncos es el supuesto autor del tiroteo, mientras que los agentes investigan la posible relación del otro, según fuentes de la investigación. La Policía Nacional tenía identificados a dos hombres, uno llamado Kevin Pastor e hijo de la primera detenida y otro de origen posiblemente extranjero.

Los agentes del Grupo V de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Madrid barajan un ajuste de cuentas como principal hipótesis del crimen, aunque no descartan otras líneas de investigación. Asimismo, estudian si la víctima había concertado una cita con los presuntos asesinos, que posteriormente se convirtió en una encerrona para acabar con su vida.

Así lo cree el experto en seguridad y defensa, José Félix Ramajo, quien no tiene ninguna duda de que los asesinos «iban a matar» al hermano de la exalcaldesa Begoña Villacís: «La Policía determinará cuál ha sido el móvil o las razones del asesinato, pero lo que parece muy claro es que iban a matarlo porque no llevaban las armas escondidas en el maletero, sino que las llevaban encima y eso es porque iban a usarlas».

Analizando lo ocurrido, Ramajo cree que los agresores «sabían el recorrido que iba a hacer en coche» Borja Villacís y «dispararon contra su vehículo en marcha», obligándole a detenerse en el arcén. «Es probable que ya estuviera herido antes de detener el vehículo y que perdiera el control del mismo. Se ve claramente que el coche de la víctima tiene un agujero de bala bastante grande, seguramente hecho con una escopeta del calibre 12».

Sobre ese armamento utilizado, el experto que trabajó en la prestigiosa International Securit Academy (ISA) de Israel afirma que los agresores «utilizaron munición de guerra», una evidencia más de su intención de matar. «Han dicho que hay munición del calibre 7,62 y eso quiere decir que estamos hablando de un arma de guerra porque ese calibre no se puede encontrar en ninguna armería. Es el que se utiliza, por ejemplo, en el AK-47, el Kaláshnikov, que es el arma más vendida del mundo».

«También hay munición del calibre 12, que puede ser utilizado con una escopeta de caza o de tiro deportivo. Esa arma sí se puede comprar en cualquier armería de España con una licencia de tiro olímpico o de caza, pero no deja de ser muy potente. Con una escopeta del 12 y una buena munición, se puede desmembrar un brazo a corta distancia», explica.

No obstante, a pesar del armamento utilizado y de su intención de matar, Ramajo subraya que «no eran profesionales ni habían planificado bien el asesinato» porque cometieron muchos errores que han facilitado su rápida detención: «No estudiaron las vías de escape, se pararon a cambiar las matrículas del coche delante de la sede de Telecinco, dejaron las armas tiradas en un descampado, no tenían un segundo coche preparado para cambiar de vehículo… todo lo que hicieron fue una auténtica chapuza».

Ramajo sostiene que en el mundo del crimen se suele recurrir a «sicarios profesionales» para cometer asesinatos selectivos en España y que no es habitual que se produzca un tiroteo a bocajarro desde un coche, como ha ocurrido en este caso: «En España lo más habitual es contratar a un profesional que se dedica a ejecutar, pero los buenos cuestan mucho dinero y a los malos los acaban pillando, como ocurrió en el caso de Vidal-Quadras».

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