Viajes

Crucero por los Emiratos Árabes Unidos: mar, desierto y ciudades hiperbólicas

El contraste entre mar, desierto y los edificios más potentes del planeta es lo que queda en la retina del viajero cuando realiza un crucero por la región de los Emiratos Árabes Unidos. La naviera MSC Cruceros apuesta por este destino con uno de sus barcos más emblemáticos, el MSC Bellissima, que hará escala en los puertos de Dubái, Abu Dhabi y Doha (Catar) en los meses de abril, mayo y junio, con escala en la singular isla de Sir Bani Yas, donde los pasajeros pueden disfrutar de una isla solo para su disfrute personal, con playa privada, y que incluye excursiones por esta reserva natural casi desconocida.

El “MSC Bellissima” hará escala en los puertos de Dubái, Abu Dhabi y Doha (Catar) en los meses de abril, mayo y junio

Todos a navegar

MSC Cruceros ha salido con fuerza de la pandemia gracias a su potencia financiera derivada del transporte de mercancías y a una política económica acertada en épocas de vacas gordas. Así, no solo ha vuelto a poner a todos sus barcos en rumbo de navegación sino que se acaba de incorporar al club de los principales patrocinadores de la Fórmula 1, uno de los menores escaparates publicitarios del mundo. La naviera ha aumentado asimismo su popularidad en España gracias al programa de televisión “First Dates Cruceros”, que se graba a bordo del MSC Grandiosa.

Dubái, la ciudad de los récords

Dos cosas están garantizadas en un crucero por los Emiratos Árabes Unidos: el buen tiempo (por no decir tiempo bastante caluroso) y la contemplación de los skylines más espectaculares, que cuando se atraca en puerto se contemplan a través de la calima como sombras o espejismos que brotan del desierto. Imprescindible salir del barco para visitar, contemplar, alucinar más bien con los edificios más emblemáticos de Dubái, la ciudad de los récords. Cuenta con el rascacielos más alto (Burj Khalifa, 828 metros), la noria más alta (Ain Dubai, 250 metros), la piscina infinita más alta (Aura Skypool, con vistas a la isla artificial de Palm Jumeirah), el centro comercial más grande (Dubai Mall), el único edificio construido en 3D de forma integral (el Museo del Futuro), el único hotel con categoría siete estrellas (el Burj Al Arab, con su singular forma de vela)… Todo el mundo de las marcas de lujo y el exceso parece haberse confabulado para instalarse en este rincón del Golfo Pérsico.

Sir Bani Yas, la isla activa

Playas privadas, hamacas al sol o a la sombra y excursiones en vehículos 4×4 por una reserva natural totalmente insospechada en estas latitudes. Esto es lo que ofrece la escala de un día en la isla de Sir Bani Yas, a medio camino entre los puertos de Dubái y Abu Dhabi. Por tener, la isla tiene hasta wifi. A los pasajeros solo se les pide respetar unas normas medioambientales y no practicar top less en la playa. Mientras el MSC Bellissima reposta combustible los pasajeros disfrutan de los placeres de sentirse como robinsones de una propiedad privada que combina gastronomía, relax, turismo activo y aventura.

El Louvre de Abu Dhabi

Tan espectacular como Dubái es la siguiente etapa del viaje, Abu Dhabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos, cuyo monumento principal es su gran mezquita, la más grande de los Emiratos y una de las mayores del mundo. Si no es muy amigo de visitar este tipo de templos (o muy amiga, ya que a las mujeres se les exige un código de vestimenta muy estricto para entrar), esta escala guarda una sorpresa muy cerca del puerto donde atracará el MSC Bellissima: el Louvre de Abu Dhabi, el mayor proyecto cultural de Francia en el extranjero. Obra del arquitecto Jean Nouvel, su interior alberga maravillosas obras de arte de todos los tiempos y culturas. Una visita deliciosa.

Catar: safari por el desierto

El puerto de Doha es la última escala antes de regresar a Dubái. ¿Lo mejor de esta escala? Contratar en el barco una excursión en 4×4 por las dunas del desierto. Lleve calzado cómodo, protección solar, gorra o sombrero y algo de agua. La experiencia merece la pena, al estilo de un Lawrence de Arabia del siglo XXI, cambiando los camellos por vehículos 4×4 cuyas ruedas han sido deshinchadas por los chóferes para poder trepar y descender por las dunas a toda velocidad. Pura adrenalina mezclada con los rigores del desierto. La recompensa será disfrutar del resto del día en un resort de lujo en mitad del desierto, con playa, tumbonas, aire acondicionado… de todo menos alcohol, esto es Catar.

Explorar el barco

Lo primero que sorprende al embarcar en un barco de MSC Cruceros es la escalera real de cristales de Swaroski que deslumbra en la cubierta de recepción y que es marca de identidad en los barcos de esta naviera. Puede parecer pretencioso, hortera o kitsch, pero es de innegable y, nunca mejor dicho, brillante creatividad. Nada más embarcar es bueno explorar, recorrer las cubiertas comunes del barco para familiarizarse con los lugares que se volverán cotidianos durante la travesía: el teatro, los restaurantes, las piscinas, las tiendas, el casino, la singular tienda de chocolate, la recepción, el mostrador para las excursiones… y, por supuesto, conectarse a la red wifi del barco con el paquete que más le interese (y no olvide desconectar sus datos móviles). Tenga en cuenta que el equipaje puede tardar en llegar a su camarote, por lo que lleve en su equipaje de mano productos de primera necesidad como la documentación, dinero, medicinas, joyas y dispositivos electrónicos.

La experiencia a bordo

En este tipo de experiencias, en estos viajes, la seguridad y la confianza la proporciona el medio de transporte, esto es, el barco. Confíe en el servicio a bordo para todo lo que tiene que ver con trámites de embarque y desembarque en los puertos y con los requisitos y documentación de entrada (rellenar la app para entrar en Catar, por ejemplo, tiene su miga para los poco avezados en el mundo digital). También en lo concerniente a las excursiones en destino.

Al contratar el crucero le llegará información clara y suficiente. Léala y siga las instrucciones, su experiencia será mucho más cómoda y placentera. Y es el barco también el destino que con el tiempo quizá más recordará y le resultará, a la larga, más familiar.

Convivir con el personal de a bordo durante varios días también genera unos lazos que impregnarán su memoria y siempre recordará a su cabin steward, al camarero que le atendió en sus cenas y a los animadores que alegraron sus ratos de ocio (recuerde entregar una propina al final de la travesía a aquellos que considere, durante la misma no se la aceptarán). En los barcos de MSC Cruceros todo se comunica en siete idiomas, incluido el español, y muchos de sus tripulantes lo hablan. La reserva de este crucero incluye la opción Cruise & Flight, un paquete de vuelos directos incluidos con salida y traslados desde Madrid y Barcelona.

42.000 huevos a la semana

Una ciudad sobre el mar. Así se suele calificar a los grandes barcos que surcan los océanos y los siete mares con miles de pasajeros y tripulantes a bordo. Cada uno de estos colosos marinos requiere de una logística impresionante para su correcto funcionamiento, desde la atención y cuidado de cientos de camarotes hasta la prevención de cualquier posible incidencia personal o material que se produzca durante la travesía, pasando por la elaboración diaria de miles de desayunos, comidas y cenas. Para los amantes de los datos curiosos, estas son algunas cifras de lo que se consume en un barco como el MSC Bellissima durante una semana: 42.000 huevos frescos, 54.000 kilos de harina, 5.250 kilos de ternera, 2.100 kilos de carne de cerdo, 8.400 kilos de pollo, 42.000 botellas de agua, 21.000 kilos de fruta, 1.575 kilos de patatas fritas, 7.875 botellas y 5.250 litros de cerveza, 23.000 latas de refrescos y 5.250 litros de leche, entre otros productos. Bienvenidos a la experiencia crucero, única, grande y diferente a todo. Más información en msccruceros.com

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