Vivienda

Comprar casa o alquilar en Madrid se ‘come’ más de la mitad del sueldo de los jóvenes

Es la cara más amarga del mercado residencial de Madrid. Los jóvenes que viven en la capital tienen serios problemas para acceder a una vivienda tanto en propiedad como en alquiler. En ambos casos, el pago de la vivienda, ya sea la hipoteca o la renta, se ‘come’ más del 50% de sus ingresos, muy por encima del 30% que los expertos aconsejan no superar para no poner en riesgo la economía familiar.

Como viene siendo habitual desde hace años, vivir en Madrid se ha convertido en misión imposible para los jóvenes quienes, ante la falta de ahorros, se ven abocados a un alquiler que, paradójicamente, se ‘come’ también el 50% de sus ingresos. No olvidemos que, en los últimos cinco años, los precios han alcanzado máximos en la capital, disparando el esfuerzo para pagar el alquiler de miles de familias.

En Madrid, los jóvenes necesitan ahorrar 14 años para afrontar el desembolso inicial que requiere la compra de una vivienda

Y en un contexto en el que la banca, a diferencia de lo que sucedió durante la burbuja inmobiliaria, solamente está dispuesta a financiar hasta el 80% del precio de adquisición de la vivienda, la posibilidad de comprar no es una opción para los jóvenes, no solo debido a sus bajos salarios sino, fundamentalmente, debido a la falta de ahorros, por lo que no tienen más remedio que acudir al mercado del alquiler si quieren o necesitan vivir en Madrid.

Y es que si hace unos años, a igualdad de cuota hipotecaria o alquiler, muchos se decantaban por la compra, ahora esa es una opción que no está sobre la mesa debido a la falta de ahorros para afrontar la operación. Ahorros que se traducen en un 20% del importe de compraventa, necesario para cubrir el precio que el banco no está dispuesto a financiar, además de un 10% adicional en concepto de impuestos (ITP, IVA…) y otros gastos (notaría, registro, etc). Es decir, para una vivienda de 200.000 euros, estaríamos hablando de la necesidad de contar con unos ahorros de 60.000 euros.

E. Sanz

Y lo peor es que para conseguir esos ahorros, en el caso de Madrid, se necesitarían más de 10 años en el caso de un hogar medio, 14 años en el caso de los jóvenes, según datos del informe ‘El Sector Residencial en España’ elaborado por Colliers International.

«El esfuerzo hipotecario de un hogar medio para la compra de una vivienda en la ciudad de Madrid se sitúa en un 32,8% de su renta disponible y además es necesario 10 años de ahorro para afrontar el pago inicial. Sin embargo, para los jóvenes se complica la situación. En nuestro análisis, realizado sobre los ingresos de una pareja joven cuya renta procede de dos salarios mínimos interprofesionales —950 euros al mes en 14 pagas—, se evidencia que el esfuerzo necesario para la compra de una vivienda en Madrid se eleva a casi el 50% de sus ingresos y refleja la necesidad de ahorrar hasta 14 años para afrontar el desembolso inicial”, asevera Jorge Laguna, responsable de la elaboración del informe y director de Business Intelligence en Colliers Internacional que parte, en su estudio, de un piso de 75 metros cuadrados y un préstamo con una relación de “loan to value” del 80%, con los tipos de interés medios actuales y un plazo de 25 años.

Dificultades para vivir de alquiler

¿Y qué pasa con el alquiler? La situación no es más optimista en el caso del alquiler, mercado al que se ven empujados los jóvenes, puesto que aunque también se necesitan ahorros para poder alquilar —fianzas, avales bancarios, etc—, estos no son, ni mucho menos, tan elevados como en el caso de la compraventa.

Según los datos recopilados por esta consultora, en el caso del alquiler en Madrid, el esfuerzo que debe realizar un hogar medio para el arrendamiento de una vivienda es del 36%, ligeramente superior al de compra. No obstante, la accesibilidad a la vivienda por esta vía es más asequible, ya que no es necesario disponer de un ahorro previo como es el caso de la compra de vivienda.

Una vez más, la situación para los más jóvenes se complica. Para aquellos jóvenes con unos ingresos equivalentes a dos salarios mínimos interprofesionales, Madrid se presenta como una de las ciudades de España con mayor dificultad de acceso al alquiler, teniendo que destinar casi el 55% de sus ingresos. No obstante, Barcelona es la ciudad donde las familias deben realizar mayores esfuerzos para vivir en arrendamiento, ya que necesitan emplear el 38% de sus ingresos para pagar la renta.

De nuevo, si tenemos en cuenta un hogar joven, ya sea un inquilino con ingresos equivalentes a dos sueldos mínimos interprofesionales (SMI) o dos personas, y cada una con un SMI de 950 euros en 14 pagas, la situación se complica bastante en 5 ciudades. En Barcelona ,la tasa de esfuerzo alcanza el 54%, en San Sebastián se sitúa en el 49% y en Bilbao y Palma, en el 42% y 39%, respectivamente.

Todos estos datos han llevado a miles de hogares y familias a situaciones límite y a un incremento en la morosidad, agravado por la crisis económica desencadenada por la pandemia. Si ya en 2019 los precios de los alquileres tocaron techo en buena parte de las grandes ciudades, durante este 2020 y a raíz de la pandemia y la crisis, han comenzado a producirse las primeras bajas de precios. Según datos de Fotocasa, en el mes de noviembre, los alquileres cayeron un 12% interanual en Barcelona y un 8% en Madrid.

Y no solo eso, sino que en un contexto de crisis como el actual, todos aquellos que tienen que revisar las condiciones de su alquiler están negociando ya a la baja de las rentas. De hecho, según datos de Alquiler Seguro, las rentas del alquiler se actualizaron en noviembre en negativo, por primera vez desde abril de 2016.

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