Cómo saber si en tu factura del gas la lectura es real o estimada
En los últimos meses, las facturas del gas han alcanzado precios exorbitantes como consecuencia de la crisis energética tras el estallido de la guerra en Ucrania, a pesar de las medidas adoptadas por el Gobierno para hacer frente a su impacto. En este sentido, muchos consumidores ignoran si se encuentran en el mercado libre o en el regulado del gas, detalla la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), por lo que «no tienen claro cómo interpretar sus recibos» o quién cobra el coste de la energía. No obstante, «dependiendo de cuál sea tu empresa comercializadora de gas, los recibos pueden ser distintos», asegura la organización.
Si tienes contratado este servicio con una comercializadora en el mercado libre, los precios se revisan con la periodicidad determinada en el contrato, que suele ser anual, mientras que la tarifa regulada (TUR) se revisa cada trimestre de acuerdo con las directrices del Gobierno y se publica en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Otro aspecto a tener en cuenta al interpretar la factura es saber si la lectura es real o estimada, para evitar posibles errores en la facturación.
Cómo interpretar la lectura del gas
En este sentido, la factura informa del consumo histórico, esto es, del consumo realizado durante los dos últimos años para comparar la evolución. Esta información se representa, generalmente, a través de un gráfico en las facturas. «Por lo general, si la lectura es estimada, lo indican con un tono más claro y si hace poco que te has cambiado de compañía, el gráfico solo mostrará la evolución desde el inicio del suministro», señala la OCU.
El apartado de detalles del consumo de la factura es el que muestra si la lectura del contactor es real o estimada, y te informa de lo que has consumido en un periodo concreto. Así, aparece desglosada la lectura del contador actual y anterior, esto es, «la diferencia entre ambas cifras es el número de metro cúbicos consumidos en ese periodo».
Por otro lado, aparece la información relativa a si la lectura es real o estimada, puesto que «todavía no hay contadores con telegestión para el suministro del gas». Por eso es frecuente ver en nuestra factura una estimación, aunque la normativa obliga a informar a los consumidores si la lectura es estimada.
Como explican los expertos de Selectra, el contador mide el consumo en los distintos periodos de facturación, así como la presión y la temperatura. Para aportar la lectura real, la distribuidora suele colocar en las zonas comunes del bloque de viviendas un documento oficial en el que los clientes deberán apuntar la lectura de su contador junto al piso y letra. Por tanto, es importante aportar la lectura si el técnico no acude al hogar o al edificio, ya que «el cliente que reciba una factura de gas con una lectura estimada puede abonar un importe superior o inferior del que verdaderamente tendría que pagar, puesto que no refleja de una manera certera el consumo realizado», añaden.