Cómo reducir la factura de la calefacción central este invierno en las comunidades
Muchas comunidades de vecinos están pensando en retrasar el encendido de la calefacción central, que generalmente suele producirse entre los meses de octubre y noviembre, como consecuencia del aumento en el precio del gas. De hecho, el encarecimiento de la energía amenaza con multiplicar por 10 este invierno las facturas de la calefacción central en edificios.
«Las cuotas comunitarias subirán un 20, 30 o 40% y las comunidades que tengan la tesorería muy justa van a tener verdaderos problemas», explica la vicepresidenta tercera del Colegio de Administradores de Fincas de Madrid, Noelia Morales. Pero, ¿qué pueden hacer las comunidades de propietarios para reducir la factura del gas en los próximos meses?
Reducir las horas y limitar la temperatura
Otras comunidades optan por recortar las horas de encendido de la calefacción central en los meses de invierno, mientras que algunos propietarios buscan desvincularse del servicio comunitario. Una de las alternativas que han reclamado los administradores de fincas es que el Gobierno central permita que se acojan al mercado regulado.
«Creo que lo primero que hay que hacer es avisar a los propietarios y trabajar en una especie de previsión. Es importante que se sepa, los vecinos están alerta, pero hasta que no lleguen las facturas, no tienen claro de qué se está hablando», explica al portal inmobiliario Idealista, Diego Mateos Amann, CEO de Gese Servicios Energéticos.
Una de las medidas para ahorrar que proponen los expertos consultados por el portal inmobiliario es reducir las horas de la calefacción y fijar la temperatura a 19 grados. Encenderla cuando avance más el invierno, acortar su uso diario y apagarla antes de abril.
Disponer de contadores individuales
Otra opción es la instalación de contadores de consumo individualizado, que implicaría un ahorro medio del 20% sobre el consumo global. Asimismo, recomiendan ajustar el rendimiento energético de la caldera. «Ajustando diversos parámetros como el oxígeno, se puede lograr fácilmente que el rendimiento de una caldera pase del 70% al 80%», apunta Amann.
El experto también explica que el apagado del sistema de recirculación durante la noche puede reducir la factura. «En las calderas con este sistema, el agua caliente está circulando constantemente para que cuando un vecino necesita agua caliente, la obtenga nada más que abre el grifo. Pero su funcionamiento implica un consumo del que se puede prescindir, por ejemplo, de las 23.00 a las 7.00 horas», explica.