Cómo limpiar una funda transparente del móvil: trucos para dejarla como nueva
¿Quién no tiene hoy día un teléfono móvil? Buena parte de la población pasa incontables horas con este dispositivo en la mano. Para protegerlo y realzar su estética, lo mejor es utilizar fundas de silicona y, aunque hay diseños para todos los gustos, las más usadas son las transparentes. Sin embargo, aunque al principio se ven muy bien, no tardan demasiado en adoptar un color amarillento. Pero no hay que preocuparse porque esto tiene solución, y es posible recuperar su estado inicial.
El precio cada vez más elevado de los móviles hace que sea difícil ver a alguien que lo lleve “desnudo”. A ello se une que ya no solo hay teléfonos blancos o negros, sino que la gama de colores es ahora de lo más amplia, por lo que cada vez más se decantan por una funda transparente. Cuando esta se ensucia, antes de tirarla y comprar otra, conviene limpiarla y, para ello, se pueden seguir los trucos y consejos tan sencillos que se mencionan a continuación.
Pasos para limpiar una funda transparente
Si la funda del móvil es de plástico, silicona o goma, basta con recurrir al agua, jabón de lavavajillas líquido y un estropajo suave. Lo primero que se debe hacer es mezclar en un recipiente agua caliente con un poco de jabón, hasta que haga espuma. Pero hay que tener cuidado, puesto que esto no debe estar a una temperatura elevada para no estropear la carcasa.
A continuación, se moja el estropajo en ese agua jabonosa y se va frotando por las dos caras y los recovecos con mucha cautela. Habrá que aclararlo bien, secarlo a conciencia con papel de cocina, y esperar al menos una hora antes de volver a usarla.
Por el contrario, si la funda es de cuero o de un material parecido, hay que limpiarlo solo cuando sea necesario. En este caso, se humedece ligeramente un paño de microfibra con agua y una gota de jabón neutro. Esto se pasa por la funda y se seca bien con otro paño de microfibra limpio.
Con qué productos se puede quitar el tono amarillento
A pesar de que lo más sencillo es lavar la funda con agua y jabón, esto solo funcionará si está poco sucia. Por ello, en función de la calidad de la funda y de lo sucia que esté, puede que funcionen mejor otros métodos:
- Limón. Al agua con jabón, se añade un poco de zumo de limón. En esta mezcla, se sumerge la funda durante unas dos horas.
- Bicarbonato de sodio. Se añade una cucharada en un recipiente con un poco de agua. Tras esperar unos minutos, se distribuye la mezcla por la funda, dejando que actúe media hora, como mínimo. Las zonas de difícil acceso se limpian con un cepillo y, después, se aclara bien.
- Alcohol isopropílico. Si la funda está muy sucia, hay que darle un “plus” de limpieza. Esto se consigue humedeciendo un paño de microfibra con alcohol isopropílico, y se frota a conciencia.
- Lejía. Cuando el nivel de suciedad es muy elevado, pero la carcasa tiene tal calidad que quiere recuperarse, se puede recurrir a la lejía. Teniendo precaución y protegiéndose ante posibles salpicaduras, se mezcla en una palangana tres partes de agua con dos de lejía, y se sumerge durante media hora. Hay que enjuagar y aclarar muy bien.