Cómo invertir más en la salud femenina podría impulsar la economía mundial
¿Somos iguales hombres y mujeres a la hora de recibir un diagnóstico médico? Según un reciente informe elaborado por la consultora McKinsey & Company la brecha entre géneros también se manifiesta en cuestiones de salud: en la actualidad las mujeres pasan un 25% más de su vida con peor salud que los hombre – principalmente debido por diagnósticos tardíos y falta de datos-. Y va más allá, invertir en salud femenina no solo mejoraría la vida de millones de mujeres en todo el mundo sino que también impulsaría la economía mundial.
El estudio Cerrando la brecha en la salud de las mujeres: implicaciones económicas y oportunidades afirma que ese 25% podría reducirse en casi dos tercios con inversiones dirigidas a eliminar la brecha sanitaria en la salud de las mujeres algo que, además, impulsaría la economía global en 1.000 millones de dólares anuales para el 2040.
Tal y como apunta la consultora: “Cada dólar invertido en mejorar la salud de las mujeres podría generar tres dólares para la economía, a medida que mejora la calidad de vida y las mujeres pueden participar activamente en el mercado laboral”.
Al mismo tiempo esto se traduciría en siete días más de salud al año para cada mujer o más de 500 días a lo largo de su vida, una mejora de la que podrían beneficiarse 3.9 mil millones de mujeres en todo el mundo.
“La mejora de la salud de las mujeres no solo beneficia a las propias mujeres, sino que también tiene un impacto positivo en la economía global, impulsando la productividad y el crecimiento. Gobiernos, organizaciones de salud y otros actores relevantes deben situar la salud de las mujeres en el centro del debate para así crear un futuro más saludable y equitativo para todas”, añaden desde McKinsey & Company.
Diagnósticos tardíos
El estudio reúne interesantes datos que demuestran que las mujeres reciben un diagnóstico más tardío que los hombres para una serie de enfermedades: hasta 2,5 años más en el caso del cáncer, mientras que las enfermedades metabólicas, como la diabetes, se diagnosticaban una media de 4,5 años más tarde.
Asimismo, el informe constata que la salud de la mujer se simplifica a menudo para incluir sólo la salud sexual y reproductiva, “lo que supone una infrarrepresentación de la carga sanitaria que soportan las mujeres”.
También insiste en que los datos sobre la salud de la mujer a menudo faltan o son inexactos, y que la financiación para la investigación de afecciones específicas es escasa.
El análisis sugiere un enfoque holístico que involucre a múltiples partes interesadas: “Es fundamental que se actúe en cuatro áreas principales para avanzar en la dirección correcta como son la ciencia, los datos, la prestación de atención e inversión”.
Por último, el informe señala que la comunidad científica ha tratado históricamente a las mujeres como hombres y subraya la necesidad de hacer evolucionar la comprensión de la salud femenina de una forma mucho más específica para cerrar la brecha existente.