Cómo hacer un repelente de mosquitos casero para la piel
Con la llegada de la primavera y las altas temperaturas, son muchas las personas que comienzan a notar la presencia de los mosquitos, sobre todo, en las zonas donde hay un alto nivel de humedad.
De hecho, hay personas que son muy propensas a sufrir las molestas picaduras de los mosquitos y, aunque en el mercado se puede encontrar gran variedad de productos específicos para repeler a los insectos, lo cierto es que también se puede optar por un repelente casero para la piel.
Repelente casero con aceite
Uno de los métodos más conocidos para conseguir un repelente casero que se pueda aplicar sobre la piel es el aceite de eucalipto y limón, que incluso está recomendado como método antimosquitos por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Existen algunos repelentes que llevan incluido este ingrediente en su composición, aunque si se quiere optar por uno casero, basta con aplicar este aceite de eucalipto y limón sobre la piel, un ingrediente activo que espanta a los mosquitos.
Lo único que hay que tener en cuenta es que la CDC advierte de que no se deben usar los productos que contengan aceite de eucalipto y limón en los niños de menos de 3 años.
Para hacer este repelente, se puede mezclar una cucharada de aceite de eucalipto y limón con unas cuantas cucharadas de aceite de girasol. Tras remover, el repelente estará listo para su uso.
Además, si se adquieren productos con este u otros componentes repelentes, hay que seguir al pie de la letra las instrucciones para su uso y aplicación, ya que hay algunos que se deben echar por encima de la ropa y evitando algunas zonas delicadas del cuerpo, como los ojos o la boca.