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Cómo funciona el aislamiento térmico contra las humedades en casa: riesgos, ventajas y soluciones

20minutos  NOTICIA03.02.2023 – 14:49h

El aislamiento eficaz de los edificios es una de las premisas para conseguir ahorrar energía tanto en invierno como en verano, mejorando la sostenibilidad y ahorrando dinero en las facturas de luz. De hecho, el aislamiento es una solución natural para reducir la demanda de energía, limitando la necesidad de calefacción y refrigeración, tal y como indican desde la Directiva 2018/844 del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de mayo de 2018. Igualmente, este aislamiento eficaz ayuda a mantener los niveles de humedad en el interior.

Concretamente, la humedad del interior, que es un problema en muchas viviendas, se soluciona mediante el conocido aislamiento térmico, que debe ser instalado tras identificar de dónde provienen las humedades. Tratado el problema, el aislamiento permitirá que no vuelvan a darse esas humedades. 

Ventajas del aislamiento térmico

El aislamiento térmico es una inversión que, a largo plazo, va a salir rentable, ya que la principal ventaja que tiene es la del ahorro energético. Esto es debido a que el aislamiento ayuda a mantener la temperatura interior: en invierno no deja que entre el frío del exterior ni que el calor se escape, mientras que en verano ocurre justamente lo contrario, como indica la OCU.

De este modo, cuando se utilizan calefacciones o aires acondicionados, la temperatura de confort en el interior se va a mantener, por lo que no van a tener que estar encendidos en exceso, lo que se traduce en un ahorro de energía y de dinero. 

Otra de las ventajas tiene que ver con ciertos tipos de humedades. Hay casas que, por diferentes motivos, no transpiran ni ventilan bien los espacios interiores, por lo que al vapor del agua que hay en el ambiente termina por ser absorbido por las paredes, los muebles, los suelos… Con el aislamiento, una vez tratado el problema de humedad, se evita que vuelva a aparecer.

Riesgos del aislamiento

Respecto a los comentados problemas de humedades, hay que saber que los aislamientos pueden ser una mala solución cuando se trata de ciertos tipos de humedades, como pueden ser las de capilaridad. De hecho, el aislamiento térmico, con la humedad ascendente, podría crear moho que deterioraría el revestimiento y habría que gastar más dinero en reparar todo, como indican desde Idealista. De este modo, siempre que una casa tenga problemas de humedad, habrá que tratarlas primero, antes de poner el aislamiento térmico.

Lo mismo sucede con los edificios sujetos a limitaciones arquitectónicas, donde no es recomendable instalar el aislamiento térmico, ya que podría considerarse el aislamiento interior, lo que disminuiría el espacio disponible.

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