Salud

Cinco medicamentos que producen acidez y cómo evitarla

El reflujo gastroesofágico (o acidez estomacal frecuente) es la principal consecuencia de determinados medicamentos para tratar diferentes dolencias, que cuentan con la acidez entre sus ‘daños colaterales’.

Y es que la acidez estomacal se produce cuando los ácidos del sistema digestivo regresan al conducto que conecta la boca y el estómago, irritando el tejido de la zona. Este fenómeno desagradable es más habitual después de las comidas, y en muchos casos el ardor es su manifestación más común.

Este efecto secundario es especialmente activo en los adultos, puesto que el paso del tiempo ha dañado ciertas partes del organismo, haciendo los tejidos más finos y delicados, y comprometiendo las digestiones. Pero más allá de ser una cuestión natural que sucede con la edad, la acidez llega en muchos casos por culpa de la ingesta de determinados medicamentos.

Para saber cuáles son las medicinas que producen mayor acidez, y la mejor manera de minimizar sus efectos, hemos consultado al doctor Pedro J. Tárraga López, miembro del grupo de trabajo de Digestivo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

Algunos consejos básicos ‘anti-acidez’: habla el experto

Antes de enumerar los medicamentos más proclives a producir acidez, el doctor Tárraga habla de la necesidad, «como en cualquier prescripción médica, de tomar este tipo de medicamentos durante el tiempo que indique el médico, y en las dosis necesarias, ni más ni menos. Es conveniente tomarlos con el estómago lleno, y no tumbarse hasta que no haya transcurrido, al menos, media hora».

El doctor añade que «si se tiene acidez gástrica frecuente (aquélla que ocurre dos o más días a la semana) debe ser tratada, puesto que el reflujo continuado podría dañar el tejido que recubre el esófago y ocasionar, con el tiempo, daños muy serios«.

Cambios en el estilo de vida para evitar el reflujo

En cuanto a los consejos para minimizar o evitar la acidez, el doctor de SEMG propone hacer algunos cambios en nuestros hábitos, como «evitar los alimentos y bebidas que puedan generar reflujo: el alcohol, la cafeína, bebidas carbonatadas, el chocolate, las frutas cítricas, la menta, los platos excesivamente condimentados, y los tomates«.

Otra forma de reducir la acidez gástrica es «evitar agacharse o hacer ejercicio inmediatamente después de comer, así como comer entre 3 y 4 horas antes de irse a dormir. Si nos acostamos sin haber hecho la digestión, los contenidos que permanecen en el estómago ejercerán mayor presión sobre el esfínter esofágico inferior y tendrá lugar el reflujo».

Por lo que respecta a los cambios en el estilo de vida, el doctor Tárraga aconseja «evitar el uso de cinturones apretados o vestimentas ajustadas en exceso en la cintura, que podrían hacer que devolvamos los alimentos ingeridos».

En el caso de que tengamos sobrepeso, es importante que bajemos unos kilos, puesto que la obesidad aumenta la presión abdominal, algo que puede hacer que el contenido del estómago se devuelva al esófago. En algunos casos, la enfermedad por reflujo gastroesofágico desaparece después de que se pierden 6 o 7 kilos».

Dormir con la cabeza incorporada ligeramente, a un nivel más alto que el estómago, también es beneficioso. De la misma manera que lo es «dejar de fumar, reducir el estrés mediante la práctica de yoga o similar, y tomar antiácidos como el almax, que ayudan a neutralizar los ácidos estomacales».

¿Qué medicamentos provocan más acidez?

Según nos explica el experto, hay determinados medicamentos que tienden a provocar molestias estomacales, sobre todo acidez. En el primer lugar del ránking están los antiinflamatorios, y será una de las preguntas que nos haga el especialista cuando vayamos a consulta con problemas de estómago.

1. Antiinflamatorios no esteroideos

«Los antiinflamatorios no esteroideos como son el ibuprofeno, naproxeno, diclofenaco, dexketoprofeno e indometacina provocan acidez en un gran número de pacientes», nos dice el doctor.

Este tipo de medicamentos son ampliamente usados para tratar la inflamación y la fiebre, y todos ellos han contribuido a mejorar la calidad de vida del ser humano, ayudando a mejorar los síntomas de enfermedades incapacitantes como son las reumáticas, por ejemplo.

Sin embargo, debido a su mecanismo e acción, los antiinflamatorios pueden producir efectos secundarios en el sistema digestivo, lesionando la mucosa del tubo digestivo. En algunos casos, pueden incluso provocar úlceras y hemorragias digestivas, por lo que su prescripción debe estar controlada por un médico en todos los casos.

2. Medicamentos para el mareo (anticolinérgicos)

La utilización de fármacos anticoligénicos es frecuente en las personas mayores con deterioro cognitivo, y su abuso o ingesta prolongada en el tiempo podría provocar el empeoramiento de la cognición y la demencia.

Útiles en el tratamiento de la incontinencia urinaria y los mareos, el síndrome de vejiga hiperactiva y el del intestino irritable, sus efectos secundarios no son desdeñables, por lo que el especialista debe valorar la conveniencia o no, y evaluar los riesgos. La acidez también está presente entre sus daños colaterales.

3. Antihipertensivos como los betabloqueadores

La sensación de ardor justo debajo o detrás de esternón también sucede en los pacientes que toman habitualmente betabloqueadores para mantener a raya la presión arterial elevada, y también para tratar determinadas enfermedades cardíacas. En caso de duda, no debemos suspender la dosis recomendada por el médico, antes de acudir a consulta.

4. Broncodilatadores para el asma

Los brancodilatadores son fármacos que actúan dilatando los bronquios y permitiendo el paso del aire necesario. Los más usados son de dos tipos: los agonistas beta2 adrenérgicos y los anticolinérgicos, aunque no se suelen usar como único tratamiento del asma.

Aunque este tipo de medicamentos no tienen muchos efectos secundarios y son bien tolerados, pueden producir una sequedad excesiva en la boca y algo de reflujo.

5. Sedantes para la ansiedad y el insomnio

El doctor de la Sociedad de Médicos Generales y de Familia habla, para finalizar con la enumeración de medicamentos con contraindicaciones de acidez los sedantes para minimizar los efectos de la ansiedad.

Además, los antidepresivos tricíclicos también pueden desembocar en un reflujo esofágico crónico si antes no se toman medidas con ayuda del médico prescriptor.

¿Cómo sospechar si es un medicamento el que provoca acidez?

No sólo los medicamentos como tales, sino también los suplementos alimenticios a base de hierro, glucosamina, valeriana, menta y potasio también tienen posibilidades de producir ardor estomacal. También la mezcla de medicamentos diferentes que interactúan entre sí.

«Ante la duda, consulta con tu médico. Especialmente, si bajas de peso involuntariamente, experimentas una tos o sibilancias que no desaparecen, tienes dificultad para tragar y tienes acidez gástrica que no desaparece a pesar de haber llevado a cabo los cambios en el estilo de vida anteriormente mencionados», advierte el médico de SEMG.

La acidez gástrica o ardor en el estómago «generalmente es fácil de diagnosticar a partir de sus síntomas. Algunas veces, la acidez gástrica puede confundirse con otro problema estomacal llamado dispepsia. Si el diagnóstico no es claro, entonces lo pueden remitir a un médico llamado gastroenterólogo para que realice pruebas adicionales», concluye.

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