Cinco lugares únicos de Ámsterdam que probablemente desconoces
Pasear por su red de canales, perdernos entre los olores del Mercado de Flores, visitar sus museos… Hay muchas maneras de descubrir Ámsterdam y una de ellas es a través de los lugares más desconocidos y que pasan desapercibidos por los turistas.
Biblioteca del Rijksmuseum
La Biblioteca de Investigación del Rijksmuseum, diseñada por el afamado arquitecto Pierre Cuypers, es la biblioteca de arte más grande y antigua del país. A su bonita estética se suma a su inmensa colección literaria, que incluye libros, diarios, publicaciones periódicas y catálogos de subastas.
Hortus Botanicus
En pleno centro de Ámsterdam nos topamos con un oasis de paz donde evadirnos del trasiego exterior. Se trata de un precioso jardín botánico creado en 1638, de modo que es uno de los más antiguos de Europa y en él se cultivó la primera planta de café del continente. En este jardín podremos perdernos entre la gran variedad de especies que alberga, pasando de un invernadero con clima húmedo a otro desértico.
De Poezenboot
De Poezenboot, es decir, «El Gatobarco», es un santuario para gatos abandonados ubicado en una casa-barco amarrado en el canal Singel. Lleva funcionando desde 1968 gracias a un grupo de voluntarios y está abierto al público para todo aquel interesado en visitar a los felinos.
Museo Micropia
Uno de los museos más curiosos de Ámsterdam es el Museo Micropia, el primero del mundo que está dedicado a los microorganismos. Su objetivo es enseñar una visión positiva de los microbios y convertirse en una plataforma internacional para la microbiología. Muchas de las exhibiciones en Micropia se enfocan en los microbios de la vida diaria, como los que viven en nuestro propio cuerpo, o los que se comparten entre dos personas cuando se besan, que se podrán calcular a través del Kiss-O-Meter.
Vondelbunker
Durante la Guerra Fría, el Vondelbunker servía como un refugio antibombas. Sin embargo, a día de hoy, se ha transformado en un centro cultural, donde se organizan todo tipo de conciertos, noches de cine, exhibiciones y degustaciones, incluso una pequeña cervecería llamada Bunkerbier.
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