Viajes

Cinco hoteles en castillos fantásticos para dormir como reyes

¿Y si en la siguiente escapada no te fijas en el destino y sí en el alojamiento? Aquí tienes cinco hoteles ubicados en castillos de cuento para una estancia de esas que nunca se olvidan (y de las que se presume mucho en redes sociales, por supuesto). No olvides que San Valentín está muy cerca.

¿Cuántas veces has visitado un castillo y has pensado cómo sería dormir allí? Gracias al inmenso patrimonio que tenemos, muchos de esos castillos en los que un día vivieron reyes y nobles hoy se han convertido en maravillosos hoteles en los que el resto de los mortales pueden disfrutar de una estancia muy especial. Sobre todo si tenemos en cuenta que esos edificios llenos de torres, almenas e incluso puentes levadizos hoy también pueden presumir de las mejores comodidades y de pequeños y grandes lujos.

1. Escenario de cuento en Olite

Al sur de Navarra encontramos uno de los castillos más románticos e ideales de toda nuestra geografía. Torres que terminan con esos característicos tejados cónicos que tanto se utilizan en los cuentos de princesas y hadas madrinas, jardines con una decoración a la que no le falta detalle o un interior que bien podría estar preparado para una película (camas con dosel incluidas). En resumen, un castillo medieval al que le han sumado todas las comodidades de nuestra época. Este Parador Nacional ocupa una parte del majestuoso castillo de Olite. La otra parte la puedes visitar y merece mucho la pena. Su estilo es único, ya que Carlos III «El Noble», quien mandó construir esta fantasía en el siglo XV, pidió a los maestros artesanos que se fijasen en los grandes castillos franceses, pero también en lo que se hacía en Castilla. De esa mezcla nació el que hoy es uno de los castillos más bonitos y románticos. parador.es

2. Cuando el nombre ya lo dice todo

Muy cerquita de Salamanca encontramos el Castillo de Villanueva de Cañedo, más conocido como el del Buen Amor. Esta imponente fortaleza militar se construyó en plena Reconquista sin ningún motivo romántico. Pero siglos después Alonso de Fonseca y Quijada, obispo de Ávila, lo convirtió en un precioso palacio para vivir su historia de amor con Teresa de las Cuevas lejos de rumores y chismes. Además de todos los detalles arquitectónicos que le sumó a aquella fortaleza para convertirla en su hogar, la pareja también contribuyó a la leyenda que hoy sigue dándole nombre, el castillo del Buen Amor. Hoy es un hotel que cuenta con 40 habitaciones, todas ellas diferentes y únicas, en las que se respeta la arquitectura original y encontramos una decoración a la altura de un castillo como este. buenamor.net

3. Embrujo árabe con vistas al mar

Este hotel de cinco estrellas es mejor regalo que te puedes hacer el próximo San Valentín. Tanto su arquitectura como las instalaciones son de diez. Y las vistas de la costa malagueña son, sin duda, el extra que faltaba. Detrás de estos muros no hay una historia muy romántica, pero el resultado no podría ser más acertado gracias a su estilo neoárabe y a su reciente rehabilitación, que ha convertido el viejo castillo en un Hotel Monumento declarado Bien de Interés Cultural. La decoración del Hotel Castillo Santa Catalina es sencilla y muy elegante, dando siempre protagonismo a los grandes ventanales, y destacan sus vistas a los jardines de más de 3.500 metros cuadrados en los que se respira paz y tranquilidad. hotelcastillosantacatalina.com

4. Con Denominación de Origen

Tan románticos como los castillos son los viñedos, y en este hotel de Zamora han sabido aunar las dos propuestas a la perfección. El hotel Monte de la Reina, en Zamora, que es también Posada Real, enamora nada más verlo a lo lejos y es que este edificio neogótico del siglo XIX es la imagen exacta que nos viene a la cabeza al pensar en el castillo en el que nos gustaría vivir. Cuatro torres en sus esquinas y una muralla de almenas que se divisa desde todos los rincones de su preciosa finca. El remate final de este coqueto hotel boutique es su bodega. Un moderno edificio en el que se pueden aprender algunos de los secretos del vino de Toro y, cómo no, disfrutar con una cata. montelareina.es

5. Paz y tranquilidad en un riad

Muchos de los tradicionales palacios marroquís, que hoy conocemos como riads, se han convertido en agradables alojamientos en los que disfrutar de ese lujo tranquilo que tanto les caracteriza. Mañanas de paz en sus preciosos patios oyendo correr el agua de sus fuentes y atardeceres en la azotea disfrutando como cae el sol y el ambiente de la bulliciosa ciudad de Marrakech sube el volumen. Y es que es en esta ciudad del interior de Marruecos donde encontramos algunos de los hoteles riad más espectaculares, como el Riad Belle Epoque, uno de los favoritos gracias a su decoración art-decó tan original y diferente. Situado en plena Medina, este hotel que nos recuerda una de las épocas más fascinantes de la historia es la opción para conocer la ciudad y vivir una experiencia diferente. rusticae.es

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