Cambios temporales y revolución en el fuera de juego: ¿las nuevas normas del fútbol?
El fútbol es un deporte cada vez más global y que evoluciona de manera continua año tras año. Por esa precisa razón, es cada vez más necesario clarificar la normativa del deporte rey e, incluso, mejorarla para tratar de ayudar al aficionado —y también, en ocasiones, al deportista— a saber qué es exactamente lo que los colegiados van a juzgar. Y en estos tiempos de cambio, un elemento primordial es el que se encuentra en boca de todo el mundo: el VAR.
Por ello, como todos los años, la International Board (IFAB) ha mantenido una reunión en la que se han puesto sobre la mesa las posibles cambios a tener en cuenta en el mundo del fútbol. Simplemente, se trata de una serie de propuestas que se valoran para seguir mejorando tanto el espectáculo como la seguridad de los deportistas. Una vez expuestas las ideas, se valoran y se votan para decidir si merece la pena introducirlas o, por el contrario, se descartan.
En la reunión, presidida por David Martin —máximo dirigiente de la Federación de Fútbol de Irlanda del Norte— y Gianni Infantino —presidente de la FIFA—, se acordó que aquellas reglas que sean votadas por la mayoría se pondrán a prueba durante los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2020. No solo deben ser aprobadas, sino que deben ser testadas para confirmar su razón de ser y su utilidad. Así, estos son los principales cambios propuestos:
Un VAR diferente
El VAR es, sin duda, uno de los cambios más importantes de los últimos años, pero no ha acabado con las discusiones en los fuera de juego. ¿El motivo? La gran pérdida de tiempo que conlleva, la mayoría de las veces, determinar si hay o no posición legal. Y es que, en muchas ocasiones, los colegiados necesitan varios minutos para determinar si hay posición antirreglamentaria, midiendo al milímetro la posición de una cabeza, la punta de una zapatilla o, incluso, un hombro.
Para acabar con esas dudas y, por ende, con las enormes pérdidas de tiempo en la revisión, la IFAB plantea la opción de hacer cambios, entre los que se valora que sea la cintura del jugador la que determine la posición o no de fuera de juego. Quizá sea difícil para un árbitro determinar a simple vista la posición, pero el VAR tendrá gran facilidad para hacer mediciones rápidas y comprobar si es o no una jugada legal. Una iniciativa para acabar con la polémica que genera el videoarbitraje.
Cambios temporales
Otra de las ideas que se han puesto sobre la mesa está relacionada con la salud de los deportistas. En los últimos años, se está prestando especial atención a los golpes en la cabeza de los futbolistas, que en muchos casos pueden conllevar mucho peligro por las necesidades del propio partido. Los servicios médicos solo tienen un puñado de minutos para comprobar el estado real del jugador: decidir rápido si puede volver o hay que sustituirle a veces no es sencillo.
Por esa razón, para preservar la salud del deportista, la IFAB se plantea la posibilidad de permitir cambios temporales. Es decir, la entrada de un jugador para evitar que un equipo se quede en inferioridad mientras los galenos evalúan el estado real de aquel que ha recibido un golpe en la cabeza. En caso de que esté en buen estado, regresa al campo por su sustituto sin que cuente como cambio; en caso contrario, ya se ha producido la sustitución y se sigue jugando.
Aclaración con las manos
Cuándo una jugada es mano o no es una de las grandes dudas de los últimos momentos. En ocasiones, hemos visto manos muy despegadas del cuerpo que no son señaladas como falta y, en otras, manos cruzadas a la espalda que se terminan señalando. ¿Cuál es el verdadero protocolo para pitar una mano? La IFAB quiere clarificar cuándo una mano debe ser pitada y, sobre todo, decidir desde qué parte exacta puede ser considerado como infracción.
Amarillas en penaltis
Otra de las normas que se pusieron sobre la mesa es un cambio legislativo con respecto a los guardametas. Uno de los recientes cambios que ya se están llevando a cabo es que, en un penalti, el guardameta tiene que estar tocando la línea de gol con, al menos, un pie cuando inicie la acción para detener el lanzamiento. En caso de que no lo respete, el colegiado le puede mostrar amarilla. Ahora se valora la opción de que solo se repita el penalti sin castigo para el arquero.
Poder a los capitanes
Para evitar los tumultos y las protestas en grupo por una decisión arbitral, la IFAB plantea la posibilidad de dar más poder a los capitanes, quienes, a veces, también son amonestados cuando tratan de ser los interlocutores con los colegiados. La idea es sencilla: nadie puede protestar salvo el capitán, con poder para dialogar con el colegiado sin que esa situación signifique una amonestación. Una forma de dar más valor al ‘representante’ del equipo sobre el césped.