Así funcionan los métodos científicos para estimar cuánto tiempo vivirás

La muerte nos aguarda a todos, y esa es quizás la única certeza que tenemos. Desde el albor de los tiempos, las personas han mirado a ese día que sin duda ha de llegar con temor, curiosidad e incluso esperanza, así que no es de extrañar que siempre se haya intentado estimar la magnitud de la cuenta atrás que nos separa de él.
Para responder a tan mórbida pregunta, los científicos han desarrollado varios métodos con diversos grados de fiabilidad en diversos contextos. Y es que más allá de la mera preocupación existencial, estos sistemas resultan muy útiles en materias como las políticas sanitarias.
Diferentes maneras de contabilizar la mortalidad
Ahora, un artículo publicado en el medio científico Journal of Clinical Epidemiology y elaborado por científicos de la Universidad de Leicester han analizado los cinco más empleados, subrayando sus diferencias y sus diferentes aplicaciones reales.
La idea del trabajo no es tanto definir cuál de ellos es mejor, sino más bien entender cuál puede ser el más adecuado en función del objetivo de la investigación y de la información disponible.
Más específicamente, los métodos comparados son la estimación de ‘años de vida potencial perdidos’ (basado en calcular la disminución en la esperanza de vida que comportan las diferentes enfermedades), la ‘carga global de enfermedad’ (se compara la edad de la muerte registrada en una cohorte de fallecidos más allá de un corte abitrario con una curva externa estandarizada de esperanza de vida), las ‘tablas de vida’ (una descripción de las tasas de mortalidad para cada enfermedad), la regresión de Poisson (un método de modelado paramétrico en el que se realiza un seguimiento de una cohorte dividiendo el plazo en intervalos) y la regresión paramétrica flexible Royston-Parmar (un sistema procedente de la epidemiología del cáncer que usa la edad del sujeto como escala temporal y la enfermedad de interés como covariable).
Un método para cada investigación
Probando cada uno de estos métodos sobre datos obtenidos del estudio UK Biobank, los autores concluyen que cada método tiene características propias que lo hacen más preciso o menos en cuestión de características de la muestra como el tamaño de la cohorte u otras cuestiones metodológicas como el tiempo de seguimiento.
Por tanto, el uso debe depender en buena medida del objetivo de la investigación y de los datos disponibles. No es lo mismo calcular el impacto de una enfermedad en la mortalidad total de un país que enviar mensajes al público destinados a concienciar sobre el impacto individual de una determinada enfermedad.
Y es que a nivel individual sería posible realizar determinadas estimaciones basándonos en datos como la esperanza de vida de la demografía a la que pertenece el sujeto, las patologías que padece y los factores de riesgo no modificables que pesan sobre él; cuyo impacto a nivel estadístico puede aproximarse por estos métodos. Sin embargo, los factores de riesgo modificables (esto es, los dependientes del estilo de vida) dificultan realizar un cálculo fiable a esta escala, por lo que al final el ejercicio no puede considerarse demasiado válido.
Referencias
Yogini V. Chudasama, Kamlesh Khunti et al. Estimates of years of life lost depend on the method used: tutorial and comparative investigation. Journal of Clinical Epidemiology, Vol 150 (2022). doi: https://doi.org/10.1016/j.jclinepi.2022.06.012