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Ancelotti pierde crédito, pero seguirá

El Real Madrid no contempla el relevo de Carlo Ancelotti, que tiene contrato con el Real Madrid hasta junio del año 2023, vínculo que tiene opción de extender por un curso más. El club no hará balance del trabajo del entrenador hasta el final de la temporada en la seguridad de que se cumplirán los objetivos deportivos. El Madrid mantiene en el Campeonato de Liga una ventaja que le hace ser optimista y tiene por delante la eliminatoria de cuartos de final de la Champions contra el Chelsea, vigente campeón de Europa.

Más allá de que la goleada del Barça ha sentado, lógicamente, muy mal en el club y que se hace responsable de la derrota al planteamiento del técnico (entre otras consideraciones, como la falta de brío de la plantilla o el nulo acierto de Vinicius, por ejemplo) en el Bernabéu no se van a precipitar. Ancelotti cumplirá su contrato salvo debacle inesperada en el último tercio de la temporada. La pausa y la confianza que se le darán al entrenador no la tendrán los jugadores. No seguirán en la plantilla Bale, Isco y Marcelo, que acaban contrato, y se le buscará salida a Jovic y Hazard, entre otros.

El Madrid tiene memoria y es agradecido. Valora que Ancelotti renunciara a un contrato de tres temporadas con el Everton por un total de 35 millones para aceptar una oferta exprés del Madrid por una temporada menos (con opción a una más, eso sí) y por la mitad de dinero del que le cobraba en Inglaterra. Lo único que pidió Ancelotti fue que se retirara la cláusula por la que cualquier técnico que firma por el Real Madrid acepta que en caso de despido sólo reciba lo que le quede de la temporada en la que es relevado y no el sueldo entero por el resto de las temporadas por las que firma. Ancelotti se bajó el sueldo y la duración del contrato, pero a cambio exigió que le quitaran esa condición.

Además de ese gesto contractual, de Ancelotti se valora que aceptase dos retos con el Madrid: sustituir a Mourinho y luego a Zidane. Lo hizo en 2013 y el pasado verano. Pero, además, también se le tiene por un técnico ganador con buena gestión del vestuario. Se le reprocha algo común a todos los técnicos: los ataques de entrenador. En lo que va de temporada ha tenido dos: cuando una plaga de lesiones le llevó a poner ante el Villarreal a Valverde de lateral derecho (Carvajal estaba en el dique seco y se decidió por el uruguayo en vez de por Lucas Vázquez, lo que no ha vuelto a suceder) y frente al Barça, cuando cambió de sistema y jugó con Modric de falso nueve.

Esos cambios inesperados del rol de los jugadores son lo que más inquietan junto la falta de brío puntual del equipo, lo que pasó el primer tiempo del partido contra la Real Sociedad y el pasado domingo, en ambas partes, frente al Barcelona. Pero más allá de estos defectos, que son menos graves y menos numerosos de los que han tenido otros entrenadores del Real Madrid, se considera que Carlo Ancelotti está haciendo un buen trabajo. Pero debe refrendarlo con el títuo de Liga y, si se puede, ponerle la guinda de la Champions.

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