Amazfit GTR 3 Pro, análisis: tener un smartwatch con esta pantalla y batería es, simplemente, sensacional
Tras lanzar una enorme cantidad de relojes inteligentes en la pasada generación (GTR/S 2, GTS 2 mini y GTR/S 2e, si no nos olvidamos de alguno), Amazfit (compañía de Zepp, anteriormente conocida como Huami) volvió a la carga esta semana para lanzar nada más y nada menos que tres relojes inteligentes: los GTR 3, GTS 3 y GTR 3 Pro, siendo este último el más potente y completo.
Este es precisamente el que hoy nos ocupa, ya que en Xataka hemos tenido ocasión de probarlo largo y tendido para traer este, su análisis. El Amazfit GTR 3 Pro es el reloj más interesante que la compañía ha lanzado hasta la fecha y, como tal, tiene la ardua misión de dejar el listón alto. ¿Qué tal se comporta? ¿Qué ofrece el dispositivo? Vamos a verlo.
Ficha técnica del Amazfit GTR 3 Pro
AMAZFIT GTR 3 PRO |
|
---|---|
DIMENSIONES Y PESO |
46 x 46 x 10,7 mm |
PANTALLA |
AMOLED de 1,45 pulgadas |
CORREA |
22 mm |
GEOPOSICIONAMIENTO |
GPS, GLONASS, Galileo, BDS, QZSS |
SENSORES |
BioTracker 3.0 PPG |
BOTONES |
Sí, dos |
RESISTENCIA AL AGUA |
5 ATM |
BATERÍA |
450 mAh |
REQUISITOS |
Android 7.0 o superior |
CONECTIVIDAD |
WiFi 2,4 GHz |
EXTRAS |
Micrófono |
PRECIO |
199,90 euros |
Diseño: perfectamente rematado (y esa corona…)
Comenzamos, como no podría ser de otra forma, hablando del diseño. El Amazfit GTR 3 Pro es un reloj fabricado en aluminio cuya caja es de 46 milímetros. Es, por lo tanto, un reloj grande que no va a sentar bien en muñecas más pequeñas. Si nuestra muñeca no es grande o media, mejor buscar otra alternativa. El acabado es bueno y premium al tacto, aunque no tanto como otros relojes que, todo sea dicho, son algo más caros.
No es particularmente grueso, apenas 11 milímetros. Tampoco es pesado, ya que pesa 32 gramos. Es un reloj que sienta bien en la muñeca, cómo de llevar y que apenas notaremos que llevamos puesto. Es agradable, sin duda, aunque a mí, personalmente, me gusta que los relojes pesen un poquito. En cualquier caso, es una cuestión de gustos.
En la parte derecha tenemos dos botones, ambos personalizables. El superior, que es también una corona giratoria, nos sirve para abrir el listado de aplicaciones y, si lo dejamos pulsado, abrir la app que queramos. Como recomendación personal, lo más útil es configurar la pulsación prolongada para que lance Alexa, pero cuestión de gustos. El superior viene configurado por defecto para abrir la app de entrenamientos, pero se puede cambiar por cualquier otra cosa.
Los botones tienen buen recorrido y clickean un poquito más de la cuenta. El más llamativo es el superior que, como decíamos, es también una corona giratoria. El botón está grabado para que sea más fácil localizarlo y girarlo con las manos sucias. Al girar la corona podremos desplazarnos por los menús mientras el reloj nos devuelve feedback en forma de vibración. Es agradable, funciona muy bien y es de agradecer que Amazfit lo haya implementado.
En la parte derecha tenemos los micrófonos, que usaremos para responder llamadas o grabar notas de voz, y en la parte izquierda tenemos el altavoz, que usaremos para responder llamadas o escuchar música si así lo deseamos. A esto volveremos luego. En resumidas cuentas, es un reloj bien rematado, sencillo y funcional. No tiene grandes alardes, pero tampoco se echa en falta más.
En la parte inferior tenemos el sensor BioTracker 3.0, un sensor con seis fotodiodos y dos LEDs que nos servirá para registrar las métricas de salud. A su lado, los dos pines de carga que tendremos que encajar en la base para recargar la batería del reloj. Todo esto se detallará con mayor profundidad en los apartados correspondientes.
Si hablamos de la correa, el modelo que nosotros hemos probado tiene una correa negra de fluoroelastómero (a.k.a. silicona). Es suave, gomosa, agradable al tacto y de las mejores que hemos tenido ocasión de probar en un reloj Amazfit. No es la mejor del mercado, sin duda, pero es una buena correa. En cualquier caso, para aquellos que quieran cambiarla, tranquilos, porque se puede.
La correa es de 22 milímetros y usa un acople estándar, por lo que la correa se puede intercambiar por cualquier otra que tengamos por casa, siempre y cuando sea de las mismas medidas. El cierre es de hebilla convencional y no ha dado el más mínimo problema durante el análisis.
Pantalla: de las más grandes que nos podemos encontrar
Ahora que ya conocemos el reloj por fuera, vamos a ver qué nos ofrece su pantalla. Es, sin lugar a dudas, uno de los puntos más llamativos del reloj al ser una de las pantallas más grandes que nos hemos encontrado en un reloj circular. Sigue siendo más pequeña que la del Amazfit GTS 3, que llega casi a los dos pulgadas, pero es una pantalla enorme.
El Amazfit GTR 3 Pro monta un panel AMOLED de 1,45 pulgadas con 480 x 480 píxeles de resolución, de las más altas que hemos visto hasta la fecha. Eso se traduce en 331 píxeles por pulgada, una densidad sobresaliente que hace que ver un píxel sea casi imposible a una distancia prudencial. El cristal es templado y tiene una protección antihuellas que, francamente, ojalá funcionase un poquito mejor.
Los bordes del cristal están ligeramente curvados, ofreciendo así una experiencia más inmersiva y algún que otro reflejo no deseado. No es algo exagerado, pero no está de más comentarlo. El panel aprovecha relativamente bien el frontal, algo más del 70% según Amazfit, pero sigue teniendo marcos. Es normal, todos los relojes los tienen, pero todavía quedo con las ganas de ver un reloj de Amazfit que sea todo pantalla.
Ahora bien, todo sea dicho: la pantalla es AMOLED y los negros son completamente negros, por lo que los marcos, incluso estando ahí, se disimulan bastante bien. Y sí, esto es ponerse un poco tiquismiquis, pero no estamos hablando de un reloj de 100 euros, sino de un dispositivo que pretende competir contra la gama alta del resto de fabricantes.
Algo que me ha gustado es que tiene brillo automático. Puede parecer una tontería, pero no lo es en absoluto. No todo los relojes lo tienen y cuando eso pasa se echa de menos. El Amazfit GTR 3 Pro, sin embargo, sí cuenta con esta tecnología y, de hecho, funciona muy bien. El brillo se adapta realmente rápido cuando cambia la luz de nuestro entorno y la visibilidad a plena luz del día es exquisita. Sin problemas en este aspecto.
La pantalla, como era de esperar, se puede despertar haciendo el gesto con la muñeca o pulsando en uno de los dos botones. El gesto funciona bien y es lo que recomiendo usar. Ahora bien, consejo personal: programadlo. No es agradable irse a la cama con el reloj y que la pantalla nos despierte porque nos hemos movido. Desde los ajustes se puede programar para que el gesto funcione entre determinadas horas y es algo a lo que conviene dedicarle unos minutos.
En cuanto a personalización, desde la app se puede acceder a más de 150 watchfaces de todos los tipos, colores y formatos. Algunas están animadas y se pueden personalizar para añadir unas u otras complicaciones (al estilo Apple Watch) que son interactivas, por lo que si las tocamos abriremos directamente la app. Opciones hay muchas y para todos los gustos, hasta el punto de que podemos hacer nuestras propias watchfaces con fotos de la galería.
En resumidas cuentas, es una pantalla muy solvente y que da gusto usar. Es enorme, se ve de escándalo, tiene una resolución sobresaliente y responde perfectamente a los gestos. Si el único problema que le podemos sacar es que las huellas se quedan más marcadas de lo que nos habría gustado es que algo está haciendo bien Amazfit.
Rendimiento: sigue siendo un reloj Amazfit
Antes de hablar del rendimiento, conviene mencionar la compatibilidad del reloj. El Amazfit GTR 3 Pro es compatible con iOS 12 o superior o Android 7.0 o superior, por lo que es virtualmente compatible con casi cualquier móvil. Para conectarlo al móvil usaremos la aplicación Zepp (App Store, Google Play), que anteriormente era conocida como Amazfit.
El sistema operativo es Zepp OS, cuya interfaz es similar a la que conocemos de otros relojes Amazfit, solo que ahora ha sido mejorada para ser más intuitiva y visual. Es un cambio que se agradece y que acerca el sistema operativo a opciones más completas como WearOS o Watch OS. No obstante, sigue siendo un sistema operativo relativamente básico, por lo que carece de lo mismo que carecían las generaciones anteriores: apps de terceros.
Según Amazfit, en el futuro se liberará una kit de desarrollado basado en una webapp para que los desarrolladores y usuarios diseñen sus propias carátulas y aplicaciones, por lo que cabe esperar que en el futuro se amplíe ese ecosistema de apps que ahora mismo falta. No obstante, lo que tenemos ahora mismo es lo que tenemos y, como tal, no es tan completo como otro sistemas operativos rivales.
Sin embargo, el sistema tiene potencial. En la app para smartphones hay una sección llamada «App Store» con diez miniaplicaciones, como Home Connect (para controlar electrodomésticos conectados compatibles), una para calcular el índice de masa corporal, una guía para lavarse los dientes, una calculadora o una app para contar calorías. Son apps sencillas, pero también una muestra de por dónde van los tiros.
En cualquier caso, el reloj incluye todo lo necesario para explotarlo al máximo y más. Además de todas las aplicaciones de salud, de las que hablaremos enseguida, tenemos una app de teléfono (para hacer llamadas directamente desde la muñeca), una app de música (porque sí, el reloj nos deja almacenar música, audiolibros, podcasts o cualquier archivo de audio en sus 2,3 GB de memoria), una brújula, un barómetro, un sensor de temperatura, una app de tareas, notas de voz, un temporizado pomodoro y una opción para controlar la cámara del móvil de forma remota.
La app de música nos permite importar desde la app el contenido almacenado en el móvil. Esto está bien para aquellos que sigan teniendo sus canciones en MP3 en local, pero si sois usuarios de plataformas de streaming solo podréis controlar la reproducción, no descargar temas en la memoria. Por si alguno se lo pregunta, sí: el reloj es capaz de reproducir música directamente desde el altavoz, aunque el sonido es el que es: alto, pero no precisamente nítido.
Por otro lado, la app para controlar la cámara de forma remota solo nos permite hacer eso, disparar la cámara. No muestra la imagen de la cámara en tiempo real y funciona siempre y cuando estemos dentro del alcance de Bluetooth. Está bien para sacar fotos a distancia, pero todavía sigue teniendo potencial para mejorar.
Un aspecto interesante es el de las llamadas Bluetooth. A diferencia de las generaciones pasadas, Amazfit ha optado por eliminar esta función de los modelos estándar y la ha reservado para la versión Pro. En pocas palabras, esta opción nos permite hacer y recibir llamadas directamente desde el reloj, algo bastante interesante. El problema es que no tiene eSIM, por lo que tendremos que tener el reloj conectado sí o sí al móvil.
La llamada sí suena por el altavoz del reloj, pero la calidad de la misma es algo mejorable. Tiene sentido, no podemos esperar un rendimiento similar al que tendríamos si aceptáramos la llamada desde el reloj y la escuchásemos desde su altavoz. ¿Es esto malo? No necesariamente. No es la mejor experiencia, pero está bien para aceptar llamadas puntuales sin tener que sacar el móvil del bolsillo.
En cuanto a la gestión de notificaciones, el reloj nos permite recibir avisos de cualquier app directamente en la muñeca. Ahora bien, tienen margen de mejora. Tanto en iOS como en Android no se muestran bien los emojis y tampoco es posible responder las notificaciones. Habría sido interesante poder responder con mensajes predeterminados como se puede hacer en el OnePlus Watch, pero no. Solo podemos consultar el contenido y ya está.
Por otro lado, cabe destacar que el dispositivo cuenta con Alexa como asistente de voz. Eso nos permite, siempre que esté conectado al móvil o a la red WiFi, dar órdenes y solicitar información. Es útil, sin duda, pero no se puede invocar diciendo el comando «Alexa». Lo bueno es que funciona sin tener que instalar la app de Alexa en el móvil. Lo malo es que instalar la app no aporta ningún tipo de ventaja.
En definitiva, el sistema operativo ha mejorado mucho con el tiempo, pero sigue teniendo margen de mejora. Aunque no hemos tenido problemas de tirones (sin que el Amazfit GTR 3 Pro sea el reloj más fluido del mercado), sí hemos sufrido algún que otro reinicio inesperado. No es algo grave y es de esperar que se solucione a base de actualizaciones.
Pasamos así a hablar de la salud, donde hay tela que cortar. El Amazfit GTR 3 Pro tiene un sensor BioTracker 3.0 PPG con seis fotodiodos y dos LEDs que es capaz de monitorizar nuestra frecuencia cardíaca en intervalos de hasta un minuto, el nivel de oxígeno en sangre en tiempo real, el sueño y el estrés. También tiene una función interesante que es el análisis en un toque: en solo 45 segundos analiza la frecuencia cardíaca, el estrés, el nivel de oxígeno en sangre y la respiración. Dicho lo cual, vayamos por partes.
La frecuencia cardíaca se puede medir cada minuto o cada, cinco diez o 30 minutos. A mayor frecuencia, más consumo de batería. El rendimiento del sensor nos parece preciso, pero tanto en esta como en el resto de métricas conviene coger los datos con pinzas en tanto que ni este ni ningún dispositivo de este tipo es un dispositivo médico. El informe de la app es muy completo y da mucha información.
El nivel de oxígeno en sangre, por su parte, se puede medir en tiempo real, lo que aumenta considerablemente el consumo de batería. Está bien tener esta métrica a mano, sobre todo si os gusta el montañismo o las rutas de senderismo por zonas elevadas, pero los tests de oxígeno en sangre tienden a no ser precisos si movemos la muñeca durante la monitorización. Por eso su rendimiento es mejor por la noche.
Llegamos así al análisis del sueño. El reloj controla perfectamente cuándo nos vamos a dormir y cuándo nos despertamos. Desde la app podemos ver el tiempo que hemos pasado en cada fase, cómo ha variado nuestra respiración y cómo ha variado nuestra frecuencia cardíaca. La app también ofrece consejos para dormir mejor y compara nuestro sueño con la media del resto de usuarios.
Por otro lado tenemos el estrés. Este se calcula en función de la variabilidad de la frecuencia cardíaca a través de un algoritmo y, básicamente, nos dice cómo de estresados estamos o dejamos de estar. En mi experiencia, creo que no es una métrica demasiado precisa porque ha habido días de mucho estrés en los que el reloj ha entendido que no he estado estresado.
Hacer deporte con el Amazfit GTR 3 Pro
¿Qué es un reloj inteligente si no podemos usarlo para monitorizar nuestras sesiones deportivas? Pues ese aspecto lo tiene bien controlado el Amazfit GTR 3 Pro. El dispositivo es capaz de monitorizar hasta 150 modos deportivos y todos son accesibles desde el reloj, no como sucede en otros relojes y pulseras cuantificadoras que solo dejan llevar unos cuantos preinstalados.
Tiene de todo, literalmente. Salvo pádel, que es mi cruzada personal, de todo. Por monitorizar, es capaz de monitorizar juegos de mesa, ajedrez, go y bridge (un juego de cartas). Evidentemente, nos servirá para monitorizar nuestras carreras al aire libre, sesiones de gimnasio, fútbol y demás actividades deportivas. El surtido es variado y se agradece.
Durante la sesión de ejercicio podemos ver un generoso abanico de métricas en tiempo real, como la velocidad, la distancia o el ritmo. De la misma manera, podemos controlar la reproducción de música deslizando hacia la izquierda, algo que se agradece en tanto que el reloj nos permite almacenar canciones, podcasts o lo que queramos en su memoria.
Al tener chip GPS integrado podemos salir a correr sin cargar con el teléfono. El GPS ha demostrado ser sorprendentemente preciso y ha registrado la ruta sin mayor problema. Tarda un poquito en fijarnos, pero una vez lo hace la conexión es estable. Eso sí, hemos de tener presente que usar el GPS durante más tiempo de la cuenta supondrá consumir la batería más rápido, pero de eso hablaremos ahora.
El informe generado por la aplicación es extremadamente completo, de los más completos que hemos visto hasta ahora en un reloj de la compañía. Hay todo tipo de datos que nos permitirán tener una visión global de nuestro rendimiento y ver cómo hemos mejorado durante el tiempo. Las métricas nos parecen precisas, pero como decíamos anteriormente, es mejor no coger estos datos como una verdad escrita en piedra y analizarlos como lo que son: datos orientativos.
Todo esto redunda en la métrica PAI, que es una puntuación personal única en función de nuestro propio contexto. El objetivo es aumentar la puntuación cuanto más, mejor, y para ello hay que hacer ejercicio, aumentar las pulsaciones y, en definitiva, mantenernos activos. Es una forma de gamificar el ejercicio.
Batería: hasta 12 días, pero…
Terminamos este análisis hablando de la batería. En el interior del Amazfit GTR 3 Pro tenemos 450 mAh que, de acuerdo a la compañía, nos permite alcanzar hasta los 12 días de autonomía. Sin embargo, eso dependerá de cómo usemos el reloj y de cómo esté configurado.
Nosotros, que lo hemos llevado conectado en todo momento al móvil, con el sensor obteniendo métricas en tiempo real y haciendo uso del GPS de vez en cuando hemos llegado a los cinco días. Es lo que Amazfit considera un escenario de uso intensivo. Si no nos interesa tener el sensor funcionando 24/7 y no usamos el GPS, lo más probable es que consigamos llegar a esos 12 días de autonomía prometidos.
En cuanto a la carga, se lleva a cabo mediante una base con pines que solo encaja en una posición en el reloj. No es lo más cómodo, pero funciona. El reloj tarda en cargarse por completo algo menos de dos horas, lo que no es ningún drama si tenemos en cuenta su autonomía final. En resumidas cuentas, nos hemos quedado contentos con los resultados de este apartado.
Amazfit GTR 3 Pro, la opinión de Xataka
Llegados a este punto, la conclusión que extraemos tras haber probado el Amazfit GTR 3 Pro es que es de lo mejorcito que ha hecho Amazfit hasta la fecha. Es verdad que para añadir las funciones más interesantes, como las llamadas por Bluetooth o el almacenamiento de música, se han dejado a los modelos estándar algo más cojos, pero como dispositivo independiente podemos decir que es un buen reloj.
Sigue siendo un reloj relativamente básico, en tanto que carece de un ecosistema de aplicaciones hecho y derecho, pero es realmente completo en el ámbito de la salud y el deporte. Además, su autonomía acompaña, en tanto que es capaz de ofrecer hasta cinco días usando el reloj al máximo, algo que los mejores relojes inteligentes del mercado con WearOS y Watch OS todavía no son capaces de hacer.
No obstante, sigue teniendo margen de mejora. La gestión de las notificaciones es pobre, el sistema operativo, que no va mal, podría ir un poquito más fluido y la velocidad de carga podría ser algo más rápida. En cualquier caso, eso no quita que el Amazfit GTR 3 Pro sea un reloj recomendable y que tenga todo lo necesario para convencer a casi cualquier usuario.
8,6
A favor
- La pantalla es enorme y se ve de escándalo.
- Tiene chip GPS integrado.
- La autonomía, incluso con todo al máximo, convence.
En contra
- Sigue careciendo de un ecosistema completo de apps.
- La visualización de notificaciones tiene margen de mejora.
- No tiene NFC ni sistema de pagos integrado.
El dispositivo ha sido cedido para la prueba por parte de Amazfit. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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La noticia
Amazfit GTR 3 Pro, análisis: tener un smartwatch con esta pantalla y batería es, simplemente, sensacional
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Jose García
.
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