Salud

Algarroba, la legumbre casi sin grasa que sustituye al cacao para hacer postres

El cacao, integrado en las cantidades adecuadas en una dieta equilibrada, es un producto sano y con varias propiedades beneficiosas para nuestro organismo. Sin embargo, su alto contenido en grasa lo hace inadecuado para algunas personas.

Lo que poca gente sabe es que existe una legumbre dulce con un sabor tan similar que a menudo se ha usado como sustituto del cacao, pero sin apenas contenido graso. Se trata de la algarroba, y es especialmente abundante en España

Un alimento con muchas propiedades

Su nombre científico es Ceratonia siliqua, y está presente principalmente en las regiones de Europa próximas al mediterráneo y en algunos puntos de Sudamérica, hábitats a los que se expandió por acción del hombre desde su cuna original en el suroeste de Asia.

Tradicionalmente, la algarroba se ha cultivado para su uso como forraje para animales, ignorando en parte su alto contenido en nutrientes beneficiosos para el ser humano: sus vainas y semillas contienen algunos como vitaminas A, B1, B3 o D y minerales como magnesio, potasio, calcio, fósforo y cinc. Todo ello, como decíamos, con apenas un 1% de grasas. Además, contiene una serie de componentes (mucílago, pectina, lignina) que explican su uso medicinal.

Estas propiedades la hacen ideal para algunas personas, como las diabéticas (su sabor dulce permite elaborar con ella dulces que no necesitan agregar grandes cantidades de azúcar, y contiene fibra alimentaria y proteínas, lo que favorece la disminución de los niveles de azúcar en sangre tras las comidas), las intolerantes al gluten o celíacas (con la algarroba es posible fabricar harinas sin gluten) o las que tengan el colesterol excesivamente elevado.

De sucedáneo a superalimento

Como decíamos, curiosamente durante mucho tiempo su uso en alimentación humana ha sido bastante poco frecuente. Una excepción notable la encontramos en tiempos de carestía.

En tales ocasiones, en las que el acceso a algunos alimentos podía volverse muy difícil, no era raro que en las zonas productoras de algarroba se recurriese a este producto a la hora de elaborar sucedáneos de productos dulces como el café, el chocolate o la melaza.

Cuando la situación mejoraba, estos sustitutivos a menudo se abandonaban en favor del producto original, y el papel de la algarroba en la gastronomía volvía a olvidarse. En tiempos recientes, no obstante, ha visto un cierto resurgir, especialmente en el ámbito de los ‘superalimentos’ destinados a deportistas.

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