Ahorrar luz con la vitrocerámica es posible: cinco consejos para no pagar de más a final de mes
La cocina es uno de los espacios del hogar en el que más tiempo pasamos y donde más electrodomésticos están enchufados consumiendo energía. Pero, ¿es posible ahorrar con los aparatos que utilizamos a diario para reducir nuestra factura de la luz?
La vitrocerámica es uno de los electrodomésticos que más gasto supone en el recibo de la luz, pero se pueden poner en práctica una serie de recomendaciones para ahorrar a la hora de cocinar.
Trucos para reducir el gasto energético
Una de las principales recomendaciones es adquirir electrodomésticos que sean eficientes y que aparezcan como tal en la etiqueta energética, ya que consumirán menos energía y, por tanto, ahorrarás en la factura. En este sentido, la empresa especializada en bricolaje y construcción, Leroy Merlin, ofrece los siguientes trucos para ahorrar en el uso de la vitrocerámica:
- Aprovechar el calor residual: prueba a apagar la vitrocerámica entre 5 o 10 minutos antes de terminar de cocinar porque el calor se sigue manteniendo y así reducirás el consumo.
- Coloca bien los recipientes: sitúa las cacerolas o sartenes justo en el círculo del calor de la vitrocerámica para que caliente de forma adecuada y no se distribuya el calor.
- Utiliza un fuego adecuado: la mejor opción es utilizar un fuego pequeño o del mismo diámetro que el recipiente que se vaya a utilizar. «Al usar una olla de mayor diámetro que el fuego, aprovechas mejor la radiación infrarroja de la vitrocerámica», aclaran.
- Cubrir los recipientes: dependiendo del tipo de cocción, resulta recomendable tapar los recipientes para que no se produzcan pérdidas de convección, que suponen un aumento del consumo energético.
- Desconectar la vitrocerámica si no se utiliza de la corriente eléctrica. Una recomendación orientada a cuando estamos un tiempo sin usarla, por ejemplo, durante las vacaciones.