Viajes

5 lugares únicos de Córdoba que probablemente desconoces (y puedes visitar)

Visitar la Mezquita-Catedral, el Alcázar de los Reyes Cristianos o la Judería son solo algunas de las experiencias imprescindibles en una escapada a Córdoba. Pero cuando ya hemos visitado lo principal, la ciudad andaluza todavía guarda algún que otro rincón secreto listo para ser descubierto.

Templo Romano de Córdoba

Junto al ayuntamiento de la ciudad, nos topamos con el único templo romano de Córdoba que ha llegado hasta nuestros días. Este formó parte del Foro Provincial junto con un circo. Algunas de las piezas originales del templo se encuentran expuestas en el Museo Arqueológico o algunos puntos de la urbe, como la columna de la plaza de la Doblas.

Cristo de los Faroles

La recoleta plaza de Capuchinos acoge una de las imágenes más singulares de Córdoba: el Cristo de los Faroles. La austeridad de los muros blancos que la rodean contrasta de sobremanera con esta escultura tan adorada por los cordobeses.

Capilla Mudéjar de San Bartolomé

Dentro de la Facultad de Filosofía y Letras, el antiguo hospital del Cardenal Salazar, encontramos la Capilla de San Bartolomé de Córdoba. Se trata de una exquisita muestra de arquitectura mudéjar realizada entre los siglos XIV y XV. En su interior destacan las finas yeserías y el zócalo de azulejo.

Arco de la Luna

El Arco de la Luna es un acceso al barrio de la Judería desde el Alcázar Viejo. Esta puerta, que pasa desapercibida, se encuentra en el lienzo más occidental de la muralla. Pasado el arco se accede a una pequeña plaza en con una fuente dedicada al dios Pan.

Baños Árabes de Santa María

En la calle Velázquez Bosco se conservan restos de unos baños árabes, muy posiblemente construidos durante la época mudéjar. Aunque ha sufrido algunas modificaciones a lo largo del tiempo, aún cuenta con elementos originales. Por ejemplo, en la que sería la bait al-bárid o sala fría, permanecen las galerías originales con arquerías de herradura y capiteles de factura califal. Por otro lado, en la bait al-sajín o sala caliente, se conservan los vanos que albergaron las pilas de agua caliente y fría.

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