Tecnología

17 asombrosas fotografías ganadoras del Pulitzer que marcaron la historia del periodismo

17 asombrosas fotografías ganadoras del Pulitzer que marcaron la historia del periodismo

Los Pulitzer nacieron para premiar la excelencia dentro del periodismo, la literatura y la música. Cada año, la universidad de Columbia de la ciudad de Nueva York otorga 22 premios, uno de ellos dedicado a la fotografía. El único requisito para poder participar es que se hayan publicado en periódicos estadounidenses. Por este motivo, no tienen tanta relevancia como los World Press Photo, pero su calidad está fuera de toda duda.


El fotoperiodismo enseña cómo funciona el mundo desde el punto de vista de un periodista, alguien que cuenta la verdad desde su posición. No es fácil conseguir la foto, pero cuando lo hacen, llegan más rápido a los espectadores. Es el apoyo perfecto a una buena historia. Y muchas veces puede llegar a ser independiente a cualquier texto y se vuelven icónicas, como muchas de las que veremos aquí.

Joseph Pulitzer fue un editor estadounidense, de origen húngaro, que logró levantar un periódico de la nada y llevarlo al éxito. Además, fue el mecenas de la escuela de periodismo más prestigiosa del mundo. Cuando murió se instauró el premio en la universidad de Columbia que lleva entregándose ininterrumpidamente desde 1917.

El premio a la mejor fotografía se lleva dando desde 1942. Como hemos elegido 15 fotografías, nos dejaremos muchas fuera, pero están las que más han llamado la atención.

1942 ‘Ford Strikers Riot’ de Milton Brooks

La primera fotografía premiada fue esta que vemos de Milton Brooks. En ella vemos como los huelguistas de la fábrica de Ford golpean a un esquirol con gran violencia. Aquellos trabajadores se manifestaban para conseguir legalizar el derecho sindical en la fábrica de coches.

El resultado es una imagen potente, violenta y cargada de dramatismo que nos remite directamente a ‘La ley del silencio’ de Elia Kazan, con todas las connotaciones sociales y políticas de la época.

Aquí la clave es una velocidad de obturación rápida para congelar el movimiento. El problema es que en aquella época las cámaras no tenían tiempos de obturación muy altos. Eso sí, la sensación de dinamismo y acción está conseguida.

1945 ‘Raising The Flag On Iwo Jima’ de Joe Rosenthal

Una de las fotografías más icónicas que, como ocurre algunas veces, tiene una historia escondida detrás. Es un símbolo estadounidense, una imagen de la victoria. Pero está totalmente teatralizada. La realidad no fue así.

La bandera era más pequeña, porque no querían ser un blanco fácil, y efectivamente la subieron al mismo sitio. El fotógrafo vio la escena y les pidió que la repitieran para que la fotografía fuera más impactante. Aun así, todos la conocemos e identificamos como una de las fotografías de guerra más importantes de la historia.

El secreto, además de la diagoanl del mástil de la bandera (el efecto no sería el mismo con la bandera erguida), es el fondo limpio del cielo que enmarca a los cuatro soldados. Una composición perfecta.

1954 ‘Rescue on Pit River Bridge’ de Virginia Schau

Virginia Schau pasó a la historia del fotoperiodismo por ser la primera mujer en ganar este premio. Y además la segunda amateur en recibirlo. No está nítida, ni bien encuadrada, pero refleja el momento con toda intensidad. Las fotografías no tienen que ser perfectas, tienen que trasmitir.

Es un ejemplo perfecto del instante decisivo de Cartier Bresson, estar preparado siempre para conseguir el mejor disparo. Después de este premio, en el que se ve el rescate de un camionero después de un accidente, se pudo dedicar profesionalmente a la fotografía.

1961 ‘Tokyo stabbing’ de Yasushi Nagao

Tokyo Stabbing

Es una de las fotografías más directas de un atentado. El joven de extrema derecha de 17 años Otoya Yamaguchi asesina con su espada al líder socialista Inejiro Asanuma. Vemos el dolor del asesinado y la cara de furia del homicida.

No es una gran fotografía, sino la suerte de estar preparado justo en el momento preciso, por volver a citar el pensamiento del gran Henri Cartier Bresson. La composición no es buena, pero el disparo representa como pocas veces el instante mismo del horror y la furia.

1964 ‘The murder of Lee Oswald by Jack Ruby’ de Robert H. Jackson

Ruby Shoots Oswald

En los años sesenta los estadounidenses perdieron la inocencia, precisamente en la época en la que los Kennedy eran lo más parecido a la aristocracia europea. Esta imagen de Robert H. Jackson seguía la senda de la inestabilidad y el inicio de una de las leyendas negras más modernas.

De nuevo premiaron una instantánea en la que era esencial el acto reflejo del fotógrafo para reaccionar en el momento justo. Hasta parece que él sabía algo que los demás ignoraban. Pero a menudo pasan cosas así, y el fotógrafo está para contarlas. Llevar la cámara siempre encendida y sin tapa en el objetivo es fundamental.

1968. ‘The Kiss of Life’ de Rocco Morabito.

Es una fotografía perfecta, premiada por registrar el momento exacto de la noticia. Además, la imagen puede llegar a tener varias lecturas, desde un hecho heroico hasta el amor si se ve fuera de contexto. Y el hecho de llevar un equipo completo, con teleobjetivo y así poder aislar el momento, es un punto a favor de esta imagen frente a la del accidente del camión.

Tuvo mucho que ver el título que eligió el editor del periódico en el que trabajaba Morabito: ‘El beso de la vida’. Es la escena del rescate de un accidente. Randall G. Champion ha recibido una descarga de 4.160 voltios. El más veterano, JD Thompson, le devuelve la vida con la respiración asistida.

1969 ‘Saigon execution’ de Edward T. Adams

Saigon Execution De Edward T Adams

El horror de la guerra en su máxima expresión. Ahí está la noticia, la vida y la muerte condensadas en un robo al tiempo. En aquellos años los fotoperiodistas todavía tenían acceso al día a día de las batallas.

El general Nguyen Ngoc Loan ejecuta a sangre fría, de un disparo en la cabeza a Nguyen Van Lem, un conocido activista del Vietcong que cayó en manos del ejército enemigo. Estamos ante una ejecución y la frialdad del general rompe con la expresión de los soldados. Aquí no hay tiempo para componer, solo cruzar los dedos y salir vivo de ahí. Y que te duela durante toda tu vida.

1973 ‘Moment of Life’ de Brian Lanker

Durante muchos años se premió el lado oscuro de la humanidad. Pero en 1973 encontramos la escena de un nacimiento, de un parto. Después de tanta muerte se agradece una escena de vida.

Forma parte de un reportaje, pues decidieron empezar a premiar también las series y por otro lado a los disparos icónicos. Este año se dio el premio a la niña del napalm, una de las mejores fotografías de la historia. Esta es mucho más desconocida. No tiene nada especial, pero es el punto de vista de un padre si estuviera ahí. Es una pura instantánea, como la que hacen muchos fotógrafos profesionales actuales, como Martin Parr.

1976 ‘Boston Fire’ de Stanley Forman

Fire Escape Collapse 1975

Una fotografía impactante en el que no quieres saber qué pasó después. Hoy en día sería relativamente sencilla de hacer y seguro que sería el fotograma de un vídeo de algún aficionado. Pero de nuevo teníamos a un profesional preparado frente a la noticia. El secreto, vuelvo a insistir, es llevar la cámara siempre al hombro y lista para disparar. Y eso los móviles no lo hacen todavía.

Diana Bryant y su hija pequeña caen desde un altura de 15 metros de una escalera de incendios que cedió en el momento justo en el que el fotógrafo disparó su cámara. Nunca quiso mirar al sitio donde cayeron. En ese momento estaban siendo rescatados por los bomberos pero todo falló. Gracias a esta imagen cambiaron los sistemas de rescate.

1982 ‘Coverage of the Reagan assassination attempt’ de Ron Edmonds

J Edmonds Reagan Assassination

Es una de las fotografías de aquel reportaje que sembró de nuevo el terror, después del asesinato de John Lennon. Ni siquiera estos dos actos sirvieron para acabar con la posesión libre de armas. Muchos medios cubrieron el acto, pero las fotografías de Ron Edmonds fueron las que dieron la vuelta al mundo.

Él fue uno de los fotógrafos más importantes de los años ochenta, hasta tal punto que llegó a ser el fotógrafo de la Casa Blanca, después de años de documentar todo el mundo. Demostró sangre fría y profesionalidad para conseguir un disparo perfecto en todos los aspectos, como la elección del diafragma. Como curiosidad, se puede decir que él fue el primero en utilizar una cámara digital para documentar un acto político.

1986 ‘Philadelphia’s homeless’ de Tom Gralish

Es una fotografía de la vieja escuela. Es de mediados de los años 80, pero parece que puede ilustrar cualquier historia de los años de la Gran Depresión. Un blanco y negro impactante en el que vemos a un hombre sumido en la pobreza.

Es una de las fotografías de la serie dedicada a los sin techo de la ciudad de Philadelphia. Es un reportaje clásico, en blanco y negro, con grano. Y ante todo con un respeto absoluto por las personas a las que está fotografiando. No es el trabajo de un día, sino de mucho tiempo detrás de la cámara gastando suela hasta conseguir cada una de las fotografías del reportaje. El tiempo que dediques a cada fotografía es esencial, no todo es disparar y listo.

1993 ‘1992 Summer Olympics in Barcelona’ de Ken Geiger and William Snyder

Ken Geiger and William Snyder Barcelona 1992

Estos dos fotógrafos cubrieron para el The Dallas Morning News los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Todos disfrutamos de aquellos juegos en los que nos creímos los más grandes. La cobertura se centra sobre todo en el equipo americano, pero registraron los momentos más emocionantes.

Esta es una de las fotografías que se hacen solas gracias al trabajo de los arquitectos y a la ubicación para los fotógrafos. Puedes confiar en los automatismos de la cámara y solo te tienes que preocupar por encuadrar correctamente. Situar la acción a la izquierda rompe al espectador y desde el primer momento que la mira se introduce en la historia.

1994 ‘Sudán’ de Kevin Carter

Niño y buitre de Kevin Carter

¿Es ético hacer esta fotografía? Es una de las imágenes más potentes y crueles que se han tomado nunca. Hay muchas historias detrás, muchos puntos de vista. Pero si nos centramos en la fotografía, es una obra maestra que nunca querríamos haber visto.

Kevin Carter era un fotógrafo loco que buscaba el disparo perfecto a toda costa, el más polémico. Con esta imagen lo logró. Pero le arrastró a una depresión que terminó en el suicidio. Venía del mundo del Bang Bang Club, un grupo de fotógrafos en Sudáfrica que siempre intentaban rebasar la frontera de la ética. Con esta fotografía lo consiguió. ¿Debió disparar o ayudar? La respuesta solo es correcta si conocemos toda la historia.

2000 ‘Grief overcomes Columbine High School students Jessica Holliday, left, and Diwana Perez moments after they fled the school during a violent rampage by two fellow students April 20’ de George Kochaniec Jr

George Kochaniec Jr./Rocky Mountain News - April 20, 1999

La matanza del instituto Columbine marcó a muchas generaciones. De nuevo llevó a la palestra el tema de las armas a los EEUU. Como bien sabemos, no cambió absolutamente nada. Y año tras año, los periódicos se llenan de muertes violentas.

La fotografía no muestra la sangre ni el horror, sino la desesperación, el miedo y el dolor de dos estudiantes que salvaron la vida por poco y perdieron a sus amigos ahí dentro. Todo porque Eric Harris y Dylan Klebold quisieron el infierno. Es un encuadre cerrado que intensifica mucho más las duras sensaciones de las adolescentes.

2001 ‘Cuban refugee Elian Gonzalez and Donato Dalrymple, one of the two men who rescued the boy from the sea, in a bedroom closet as federal agents enter the Little Havana home of Elian’s relatives’ de Alan Diaz

Alan Diaz, April 22, 2000

Hoy Elian es un ingeniero cubano, pero en los años de esta fotografía se convirtió en un niño simbólico de la relación política entre Cuba y EEUU. Su madre lo sacó de la isla en una lancha que se hundió y provocó la muerte de 10 personas, entre ellas su madre. Él sobrevivió junto a tres personas y fue rescatado por unos pescadores.

La fotografía de Alan Díaz plasma el momento en el que soldados de EEUU arrebatan al pescador que lo encontró al niño para devolvérselo a su padre, que residía en Cuba. Los familiares de la madre querían que se quedara en Miami. Y todo se resolvió con semejante rescate. Ahí vemos la presencia de un flash para congelar el momento. Sin duda es arriesgado porque el autor no podía saber cómo iban a responder las superficies reflectantes de la habitación.

2007 ‘A lone Jewish woman defying Israeli security forces’ de Oded Balilty

Oded Balilty

¿Cómo parar a un ejército? ¿Cómo convertir a una mujer en David frente a Goliat? Oded Balilty lo vió a través de su visor y convirtió a una mujer en un símbolo. Todos asumimos que fue un mero instante la resistencia, pero el tiempo se detuvo en el momento justo gracias a la cámara certera.

De nuevo es un trabajo de composición, con las diagonales que trazan los soldados frente a la tímida línea de la mujer. Pero aquí es el color lo que triunfa, puesto que todos los hombres van vestidos de negro frente a la blancura del delantal de la mujer. Ese es el secreto de la imagen. el uso inteligente del color.

2022 ‘Afganistán’ de Marcus Yam

Marcus Yam of the Los Angeles Times

La última fotografía premiada quizás es la más artística de todas las que hemos puesto en esta lista particular. Ha sido premiada en 2022 dentro de una serie dedicada a Afganistán. Un ángulo nadir para ver a tres hombres y el cielo atravesado por un avión.

El fotoperiodismo se mueve entre el instante y contar una historia. Es un cuento en el que el autor enseña todo lo que ve con su cámara y su experiencia. Todas estas fotografías nos enseñan que hay que estar preparado, conocer la cámara y no dudar ni un momento en contar en lo que crees.


La noticia

17 asombrosas fotografías ganadoras del Pulitzer que marcaron la historia del periodismo

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Fernando Sánchez

.

Mostrar más
Botón volver arriba