15 cosas que debes saber antes de viajar a Düsseldorf
Un equilibrado contraste entre tradición y posmodernidad es lo que te espera en esta encantadora (y bastante desconocida) ciudad alemana. Prácticamente destruida tras la Segunda Guerra Mundial, la ciudad no ha parado de reconstruirse y reinventarse. Edificios de arquitectura sorprendente, encantadoras plazas medievales o incluso el metro, hacen de Düsseldorf un destino de lo más interesante.
El mejor momento para viajar
Un buen momento es durante el verano cuando el clima es bastante suave y agradable. Aunque no hay que olvidar que es mejor meter en la maleta algo de ropa para el frío, ya que por las noches la temperatura baja.
La llegada
El aeropuerto internacional se encuentra a 9 kilómetros. Desde aquí puedes ir al centro de la ciudad en bus o en un tren que conecta con toda la red ferroviaria de Alemania y también con el metro. Hay otro aeropuerto internacional, el de Flughafen Weeze. Este está bastante más alejado (a unos 60 kilómetros) y recibe vuelos low cost.
Dónde alojarte
Düsseldorf está llena de hoteles y Airbnb. Si deseas estar cerca del centro, te aconsejamos quedarte cerca de los alrededores de Altstadt (el casco antiguo) y Carlstadt, y así estarás a un paso del centro histórico, bares y restaurantes, así como de las orillas del Rin. También puedes optar por otras zonas, como Flingern. Está a solo unos minutos en transporte público del centro y se le conoce como el barrio boho-chic. Es un lugar residencial y con mucho encanto, que además tiene una amplia oferta de bares y restaurantes.
Una ciudad con arte
Si tu objetivo es hacer una escapada para disfrutar del arte, el casco histórico es tu lugar de referencia. En una distancia menor de un kilómetro están la mayoría de salas de exposiciones y museos que querrás visitar. Y aunque el idioma alemán no es fácil, seguro que los reconocerás sin problema por su prefijo «Kunst». Están el Kunstmuseum, el Kunstpalast, la Kunstakademie, el Kunstvereim, el Kunstsammlung NRW y el Kunsthalle.
Pero los museos y el arte también se encuentran bajo tierra. Si coges el metro, recuerda que hay seis estaciones de la línea Wehrhahn que han sido diseñadas por artistas y cada una de ellas ofrece una experiencia única. Se puede leer un poema, contemplar el Amazonas desde arriba, escuchar sonidos extraños o observar el universo. Y todo en una simbiosis perfecta entre arte y arquitectura.
Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen
Si quieres disfrutar de las mejores exposiciones de arte moderno de la ciudad no debes pasar por alto el Museo de Arte de Renania del Norte-Westfalia. Es tan grande que se ha dividido en dos secciones: K20 y K21. Se encuentran a unos 3 kilómetros de distancia, pero cuentan con un servicio de transporte gratuito entre los dos. Además de colecciones de arte alemán, también podrás disfrutar de las obras de famosos artistas internacionales, como Picasso y Kandinsky, entre otros. Por cierto, recuerda que los museos en Alemania cierran los lunes.
Visita Altstadt
En su casco histórico (o Altstadt), salpicado de bonitas fachadas, encontrarás algunas de las iglesias más interesantes de la ciudad. Pero además, es una zona que no descansa, a cualquier hora del día o la noche está llena de vida. Y no dejes de visitar el Rathaus (Ayuntamiento) y su estatua de Jan Wellem, una de las figuras más importantes de la ciudad.
La Burgplatz
A esta centrica plaza no le faltan monumentos. Situada a orillas del Rhin, en ella se encuentran algunos de los lugares más bellos de Düsseldorf, como la torre Schlossturm o la fuente Radschläger. Y si viajas en Navidades, también te pasarás por aquí para disfrutar de uno de los mercadillos europeos más mágicos.
No te vas a aburrir
Además de arte y cultura, no te faltarán cosas para hacer en esta ciudad que es conocida por su ocio (también nocturno). Solo tienes que saber que su casco histórico cuenta con más de 250 bares, lo que justifica que se conozca esta zona como la «barra de bar más larga del mundo». Seguro que podrás conocer unos cuantos y probar la cerveza local, la Altbier. Tostada y de alta fermentación, se sirve en vasos pequeños. Y si quieres probar algo más fuerte, pide un Killepitsch, el licor local a base de plantas.
Y apunta en tu lista de lugares imprescindibles, la zona de MedienHafen, además de ser una visita obligada para los amantes de la arquitectura, cuenta con una animada vida nocturna. También es el sitio perfecto para descubrir restaurantes de vanguardia.
La Milla de Oro
Los amantes del shopping deben pasarse por Konigsalle (conocida popularmente como «Kö»). Es la calle donde se encuentran las tiendas de las grandes marcas internacionales más prestigiosas y los diseñadores alemanes consagrados. Una gran avenida de la moda, al nivel de las calles más prestigiosas de París, Milán o Nueva York. Es además el lugar donde se encuentran los mejores hoteles de la ciudad.
La Rhine Tower
Con sus 240 metros de altura y una plataforma que va girando lentamente, esta torre de televisión (Rheinturm) es el mirador estrella y la torre más alta de Düsseldorf. De día o de noche (mucho más espectacular) puedes disfrutar de unas vistas estupendas mientras te tomas un refresco. Está abierto hasta la medianoche. La entrada cuesta 10€.
La Carlsplatz Markt
Te encantará pasar un rato entre flores, carnes o quesos artesanales. Además, de disfrutar de este típico mercado alemán, puedes aprovechar para comer algo en plan rápido y a base de productos típicamente alemanes, como las populares salchichas de la región.
Paseo por las orillas del Rin
Frecuentado por ciclistas, senderistas y jóvenes sentados en las orillas, esta bonita ruta te conducirá por lugares de interés como la iglesia de St. Lambert y el Burgplatz, donde se encuentra la icónica torre Schlossturm. Y si viajas en verano, no pierdas la ocasión de disfrutar de un relajante paseo en barco por el Rin. Los barcos salen del muelle Burgplatz, y el trayecto suele durar unos 45 minutos.
Uno de los cruceros más interesantes y distintos es el que te lleva hasta Kaiserswerth, una zona residencia de ambiente rústico que se encuentra cerca de Düsseldorf, donde podéis aprovechar para pasar el día y comer algo. El trayecto dura una hora y tanto el destino como el viaje merecen la pena.
Palacio de Benrath
Si hay un lugar que te sorprenderá, es este. Situado en Benrath, a unos 10 kilómetros del centro de Düsseldorf, este lujoso palacio de estilo barroco fue la residencia de verano del príncipe Karl Theodor. El Palacio acoge el Museo de Historia Natural, el Museo de Historia de los Jardines Europeos y el Museo Corp de Logis, donde se muestran los usos y costumbres de la Corte. Pero solo el edificio ya justifica por si mismo la visita, y además, cuenta con unos bonitos jardines alrededor.
El Nordpark
Merece la pena salir del centro y disfrutar de un lugar donde reina la tranquilidad y que además tiene mucho encanto. Entre flores, estatuas y fuentes se encuentra una iglesia y también un museo de zoología. Pero la mejor sorpresa es el jardín japonés. que está conectado con el parque, y es un maravilloso espacio que ha sido creado por expatriados japoneses que viven en los alrededores.
Una experiencia japonesa en Düsseldorf
Düsseldorf es una caja de sorpresas. Conocido como Littel Japantown, el barrio de Niederkassel está lleno, además de japoneses, de locales de ramen, izakayas, tiendas y pastelerías japonesas. Y es que más de 400 empresas niponas están establecidas en esta ciudad alemana, lo que ha convertido a esta zona del oeste del río Rin en un pequeño Japón. Podrás visitar el templo budista e incluso participar en actividades como la ceremonia del té.
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